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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Durante cada viernes de Cuaresma los diferentes grupos y comunidades se unen para reflexionar los momentos de dolor y sufrimiento que padeció Jesús camino al Calvario al entregar su vida en la Cruz por la salvación de la humanidad.
En muchos lugares la devoción del vía crucis se desarrolla al interior del templo, en otras recorren las calles de las colonias cargando una imagen de Jesús Nazareno o una cruz que preside la procesión. Durante el recorrido se medita la pasión de Jesús, es revivir con él y acompañarlo en los sufrimientos que tuvo en el camino al Calvario.
El camino de la cruz o vía crucis acompañado de cantos penitenciales se constituye en el devocional y oraciones más representativas de la iglesia católica, la meditación se representa con 14 imágenes de la pasión o “estaciones”, que son altares correspondientes a los momentos que Jesús sufrió y mueven a la conversión.
Los vía crucis forman parte del tiempo litúrgico de la Cuaresma, que es el período de cuarenta días, dedicado a la conversión, y la preparación de la Pascua, que es la celebración más importante de la Iglesia católica, donde se conmemora la resurrección de Jesucristo al tercer día de haber sido crucificado y sepultado.
El vía Crucis es la oración que se centra en la contemplación de la actitud amorosa y entrega de Jesucristo y en la petición de fe, confianza, fortaleza y amor, para abrazar la cruz de cada día y ser auténticos seguidores suyos.
En su mensaje de Cuaresma el Papa Francisco enfatizó que la Cuaresma es un compromiso, animado siempre por la gracia, para superar las faltas de fe y resistencias a seguir a Jesús en el camino de la cruz.
“Cuaresma es un tiempo de gracia en la medida en que escuchamos a aquel que nos habla y cómo nos habla, ante todo, en la palabra de Dios que la iglesia nos ofrece en la liturgia. No dejemos que caiga en saco roto, si no podemos participar siempre en la misa, meditemos las lecturas bíblicas de cada día, incluso, con la ayuda de internet”, señaló el pontífice.
