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Cuantas veces en algún evento social, al que hemos sido invitados, degustamos de suculentos manjares elaborados por hombres y mujeres de pulcras chaquetas y simpáticos gorros, satisfaciendo los gustos más exigentes en lujosos restaurantes y hoteles del país, en la que se combina una mezcla de olores y sabores en cada uno de sus platos, estimulando los sentidos del comensal a la hora de probarlos.
El responsable de esto es él conocido Chef, palabra de origen francés que significa “jefe”, utilizado por August Escoffier, cocinero, restaurador y escritor culinario francés, que popularizó y actualizó los métodos de la cocina francesa tradicional, creador de la cocina moderna y transformador del oficio. En torno a esta labor existen varias teorías; que se remontan al siglo XII en la que significó “cabeza”: en el siglo XIII a un gran cargo; en la actualidad al responsable de dirigir una cocina; el cual tiene entre sus funciones: organizar y coordinar el trabajo de esta, idear menús, cartas, sugerencias y fichas técnicas, así como, el costo de los platos de acuerdo con los insumos para su elaboración.
En la historia de Santa Tecla no puede pasarse por inadvertido la misión desarrollada en vida por Francisco Ernesto Cubías (+ Santa Tecla 11 de noviembre 2011), hijo de Coralia de Cubías, quienes residieron en el barrio El Calvario de esta localidad; Francisco Ernesto realizó sus estudios de primaria en las escuelas Centroamérica y Marcelino García Flamenco; en 1978 ingresó al Tercer Ciclo Nocturno del Instituto Nacional José Damián Villacorta, donde se graduó años más tarde de bachiller Físico Matemático en 1982.
De acuerdo con su amigo y excompañero de labores en el Hospital Nacional San Rafael; Guillermo Tobar, el joven Francisco inició su vida laboral a temprana edad, como encargado de limpieza del laboratorio clínico de dicho nosocomio, integrándose posteriormente al equipo oficial de esta institución, bregó como carpintero, tapicero, disc jockey y empleado de la extinta destilería en Santa Tecla. En palabras de Tony Montana, el chef Francisco Cubías se desempeñó como Disc Jockey de la desaparecida discoteca móvil “Sonido Gigante” de don Adolfo Hernández (+), que luego se llamó “La Pandilla Luminosa”, la cual tuvo su época en la ciudad, en la que Francisco destacó por su estilo de animar la fiesta de fin de año, celebrada en épocas pasadas en la Cancha Municipal Adolfo Pineda.
El espíritu de superación de Francisco Cubías, le llevó a estudiar y egresar de Técnico en Ingeniería Civil y Arquitectura en 1984, en el Instituto Tecnológico Centroamericano ITCA, hoy ITCA-FEPADE; en 1986 recibe su título de Técnico en Preparación y Servicio de Alimentos, de manos de su mamá doña Coralia de Cubías. A Francisco se le reconoce como fundador de dos academias culinarias en él país, una de ellas funciona actualmente en Santa Tecla, en proximidades al Instituto Bethania; formó parte del equipo de cocina del exhotel Camino Real, en la que obtuvo el cargo de Sous Chef (Segundo Chef), como reconocimiento a su labor y entrega en dicha hostería. Dirigió junto a su esposa una pequeña empresa familiar llamada “Banquetes a Domicilio”; participó de un proyecto mercadológico casa por casa promovido por una empresa de alimentos, que daría pie años más tarde al programa “Secretos de Cocina” el cual dirigió hasta su deceso.
A Francisco le sobreviven su esposa Blanca de Cubías, sus hijos Krissia, Iris y Francisco junior, quien reside en el extranjero y continua el legado de su padre en el mundo de la cocina. A once años de su encuentro con Dios, reciba nuestro buen Francisco Ernesto Cubías un sencillo homenaje a su memoria y labor en vida. ¡Descanse en paz!
