Caracas / AFP
Margioni Bermúdez
Chavista radical, Marlene Vargas, maestra de 52 años, acusa al presidente de Estados Unidos Donald Trump de «apretarle el cuello» a Venezuela para justificar una intervención militar y asegura que defenderá la revolución hasta con las uñas.
La retórica belicista se acentúa ante el resuelto apoyo de Washington al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, quien se autojuramentó presidente encargado hace una semana, luego que el Legislativo de mayoría opositora declarara a Maduro «usurpador» del poder.
Todas las opciones están sobre la mesa, dice la Casa Blanca sobre una acción militar, mientras Maduro, apoyado por la Fuerza Armada, afirma que es víctima de un golpe de Estado y que no permitirá que el imperialismo ponga a un «presidente títere» para apoderarse de la mayor reserva petrolera del planeta.
«Quizá no tengamos la alta tecnología y la experiencia bélica de Estados Unidos, pero somos un pueblo digno, y aunque sea con las uñas y los dientes, nos vamos a defender», advierte el martes Marlene a la AFP en el 23 de Enero, emblemático bastión chavista en el oeste de Caracas.
A sus 65 años, María Torrealba integra una milicia de 1,6 millones de civiles -según cálculos del gobierno-, creada en 2009 como brazo de la Fuerza Armada.
«Si hay un peo (conflicto) vamos a salir a la calle», dice, mientras marcha hacia el palacio presidencial de Miraflores para asistir a una concentración «antiimperialista».
Marlene considera que las sanciones petroleras y financieras dictadas esta semana por Estados Unidos solo agravarán las penurias de los venezolanos, ya «apretados» por la escasez de comida y medicinas y una inflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019.
«Cada vez que sale una solución económica por parte del gobierno vienen más sanciones», alega. Pero con una «guerra lo que vamos a conseguir es muertos, miseria y hambre», advierte Marlene.
Durante el mandato de Maduro, que atribuye la debacle a una «guerra económica», Venezuela cayó en la peor crisis de su historia reciente. «Nos tienen bloqueados, pero seguimos rodilla en tierra (comprometidos)», suelta vehemente María.
– Guaidó «vendido» –
Julieta Willchez, con tres hijos y ocho nietos, cree que sobre Venezuela se cierne una amenaza de «guerra real».
Por eso «estamos en la calle», dice la mujer de 64 años. «Ya no estamos defendiendo a un presidente, sino al país», asegura, al cuestionar que la oposición boicoteara las presidenciales del 20 de mayo de 2018 al considerarlas fraudulentas.
«Fuimos seis millones de ciudadanos a votar porque creíamos en el proceso (revolución), el deber de ellos fue haberse medido con nosotros y que ganara el que tuviera más gente», añade.
Asegura que no está dispuesta a «aceptar injerencias extranjeras» impulsadas por un «monigote», como define a Trump, y dice que Guaidó se ha «vendido» a Estados Unidos, visión contrapuesta a la de opositores, que ven en el ingeniero de 35 años una «esperanza de cambio».
Julieta dice que «cuando empiecen a caer las bombas», tanto chavistas como opositores «van a tener que unirse para defender a Venezuela».
«Cada país donde ellos (Estados Unidos) ponen su bota de invasión queda más pobre y más deprimido», advierte Marlene.
– Chavismo en vigilia –
Usando gafas pintadas con los ojos del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013) y camiseta con una banda presidencial estampada, Carmen Martínez caminó desde El Paraíso (oeste) hasta Miraflores para asistir a una «vigilia» en respaldo a Maduro.
Al costado del palacio fue dispuesta una enorme tarima techada para la «vigilia permanente» convocada por el partido de gobierno para esta semana. Salseros interpretan temas contra el «imperio», mientras decenas de militantes bailan cargando banderas rojas, color insignia de la «revolución bolivariana».
«Con guerra o con bloqueo, con Maduro me resteo», grita el martes desde una tribuna la ministra Iris Varela, que a principios de enero amenazó a Guaidó con cárcel.
Eufórica, Carmen afirma que «al presidente Maduro no lo tumba nadie y menos esos terroristas», aludiendo a la oposición y Estados Unidos.
Cerca de Miraflores, un graffiti con la imagen de Trump fue pintado de forma rudimentaria. La frase «Donazi» (juego de palabras Donald nazi) acompaña la imagen del magnate con una esvástica en el pecho. «Somos los de paz», se lee al lado.
Desafiante, Marlene acusa a Trump de dirigir una «orquesta» contra Venezuela. «Abre la boca y el resto de los países tienen que hacer lo que diga. Si los norteamericanos pisan el suelo venezolano, nos vamos a ver las caras».