Washington/AFP
La Corte Suprema de Estados Unidos determinó el martes que la deportación obligatoria de inmigrantes con condenas es inconstitucional, en un fallo que contó con el voto del magistrado nombrado por el presidente Donald Trump.
Es la primera vez que el juez conservador Neil Gorsuch se alinea con el ala más progresista del máximo tribunal de justicia del país.
El caso
Con su voto decisivo, la corte decidió por 5-4 a favor del inmigrante filipino James García Dimaya, con residencia permanente en el país y condenado por dos cargos de robo en California.
James Garcia Dimaya, originario de Filipinas, fue admitido como residente legal en Estados en 1992 cuando tenía 13 años, y en 2007 y 2009 fue condenado por robo residencial en California.
En 2010, el Gobierno de Obama presentó un proceso de deportación en su contra, cuando un juez consideró que era removible del país debido a sus dos sentencias en un tribunal estatal, al valorar que calificaban de ‘delito grave con agravante’, en virtud de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
Los abogados de Dimaya se opusieron a la remoción al esgrimir que equiparar delitos graves con violentos era inconstitucionalmente vago y su cliente nunca tuvo un aviso justo sobre una posible deportación, tras lo cual el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito falló en 2015 a favor del filipino.
Las autoridades buscaban su expulsión en virtud de la ley migratoria federal, que requiere la deportación de cualquier no ciudadano condenado por delitos violentos.
García Dimaya argumentaba que el delito cometido era demasiado leve para caer en la categoría de violento.
Golpe a Trump
Ahora la Corte Suprema confirma esa decisión previa al estimar que el apartado de la Ley de Inmigración y Nacionalidad generó incertidumbre sobre qué delitos pueden considerarse violentos, lo que representa un riesgo de aplicación arbitraria.
De ese modo, la resolución del principal tribunal del país ayuda a esclarecer los actos criminales por los cuales los inmigrantes legales pueden ser expulsados.
La decisión -un revés para Trump, que llegó al poder con un fuerte discurso anti-inmigrantes- puede abrir la puerta para que otros como este filipino apelen órdenes de deportación.
Gorsuch, quien ingresó a la corte para sustituir al fallecido juez ultraconservador Antonin Scalia, ocupa un cargo vitalicio.
Es considerado un defensor de los valores republicanos, sobre todo en temas como aborto, porte de armas y religión.