Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
Los diálogos que citamos son dos películas notables, sildenafil una de los Hermanos Marx y otra de los Beatles, pilule la distancia entre ellas veintinueve años, rx pero hasta nuestros días más de medio siglo, de esta manera aprender a reírnos de nuestra realidad también debe ser prioridad; como dice Leonardo Da Vinci: “si es posible, se debe hacer reír hasta los muertos”.
En la película A hard day’s night (1964) de Richard Lester, los míticos The Beatles, concretan un sentido del humor intelectual, con ironías de la realidad que aún ahora cincuenta años después tienen vigencia. Así un diálogo confuso y emotivo acontece entre Millie que intercambia saludos con John Lennon; ella intenta develar la identidad de John:
– Hola – Anna Quayle
-Hola – John Lennon
-¿No me digas que eres? – Anna Quayle
-No – John Lennon
-Sí que eres – Anna Quayle
-No, yo no soy – John Lennon
-Te pareces mucho de verdad, – Anna Quayle
– ¿De verdad? Eres la primera que me lo dice. No mis ojos son más claros. Mi nariz es muy… -John Lennon
-¿Sí? – Anna Quayle
-Yo diría que tu si lo conoces mejor – John Lennon
-No, es sólo un conocido – mientras destella una sonrisa provocadora e insinuante- Anna Quayle
-Eso dices tú – John Lennon
-¿Qué oíste? – Anna Quayle
-Todo el mundo lo sabe. – John Lennon
-¿De verdad? – Anna Quayle
-Pero no me lo creí. Te defendí. John Lennon
-Sabía que podía confiar en ti. Gracias – (Ella coloca sus lentes para afinar la vista unos segundos y afirma) ¡No te pareces nada a él! – Anna Quayle
John da media vuelta, arregla su boina y se retira en completo silencio.
A mitad de la escalera John termina la escena con la frase: “¡ella se parece más a él que yo!”…
Pero un diálogo “muy parecido” ocurre en la película: Una noche en la ópera 1935 (A Nigth at the Opera), de los hermanos Marx… extraña casualidad de títulos y diálogos:
(Groucho sobre el amor)
Driftwood (Groucho) : ¿Esa mujer? ¿Sabe usted por qué yo me senté con ella?
Señora Claypool (Margaret Dumont): no
Driftwood: Porque ella me recordó a usted
Señora Claypool: ¿Realmente?
Driftwood: ¡Por supuesto! Por eso yo estoy sentado aquí, porque usted me recuerda a usted. Sus ojos, su garganta, sus labios, todo sobre usted me recuerda a usted, excepto usted…
Existen motivos para sonreír, en general el planeta parece un circo, una jungla, un acuario con sus cadenas alimenticias visibles, unos contra otros o todos contra todos, no obstante aún tenemos ese recurso transformador, como escribió Jean de La Bruyére: Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no vaya a ser que la muerte nos sorprenda sin haber reído.