@JoakinSalazar
“Gracias a Dios se ha hecho justicia, tres años de ardua lucha, si fueran 20 años ahí estuviéramos luchando”, dijo Fernando Villalta, padre del joven Cristian Ernesto Granados Escoto, quien falleció luego de una mala praxis de parte de dos doctores del Hospital Santa Gertrudis de San Vicente, por el que fueron condenados a tres años cambiados por utilidad pública, más una responsabilidad civil de $500 dólares para cada médico.
Los doctores Julio Cesar Ramírez y Pablo Antonio Romero fueron encontrados culpables del delito de Homicidio Culposo, en perjuicio del joven de 20 años, quien falleció luego de que ambos médicos no lograran determinar la enfermedad que padecía.
Según Wilfredo Alfaro, abogado querellante, en el Hospital Santa Gertrudis, de San Vicente, el joven Cristian llegó tres veces a consulta, siendo el primero en atenderlo fue el Doctor Julio Cesar Ramírez, quien dio un diagnóstico de Cefalea Vascular, el día seis de octubre del 2014, mandándolo a su casa con medicinas.
No obstante, el día ocho de octubre, Cristian se siente bastante mal de salud y vuelve al Hospital, en está oportunidad es atendido por el Doctor Pablo Antonio Romero Castro, quien se limitó a decir que era una neuritis, que se le habían bajado los electrolitos y que no pasaba nada, y le recetó suero oral, explicó Alfaro.
“Cristian vuelve a su casa con la esperanza de volver recuperado sin embargo, al siguiente día él está en estado de coma, casualidad que el doctor Romero Castro es el que lo vuelve atender, los dos médicos fueron negligentes, porque ninguno de los dos pudo identificar cual era su enfermedad. Hasta que la Doctora Zaida Iveth, lo atiende, ella le dicta un buen diagnóstico y realiza todo lo que realmente debe de hacer, lo remite al Hospital Rosales, el nueve de octubre, pero el 10 de octubre el joven fallece por una Meningo Encefalitis”, comentó el abogado. Ante esto, los padres del joven interpusieron una denuncia, por la mala praxis, puesto que de ser tratado a tiempo el joven pudiera estar con vida.
“Este es nuestro caso, pero queremos dejar un mensaje a El Salvador, estamos cansados de que solo en las redes sociales nos quejamos de que el sistema de salud no sirve, que los médicos y las enfermeras nos tratan mal, hay que denunciar, denunciar una mala práctica es salvar más vidas”, agregó el Padre del Joven, quién aplaudió la resolución del Tribunal de San Vicente.
Alfaro denunció que este caso es un precedente histórico, que pone en entredicho el sistema hospitalario, puesto que a la fecha no hay una investigación objetiva, puesto que la Junta de vigilancia nunca va a dar un dictamen que favorezca a las víctimas o al paciente, pese a ser un representante del Estado.
Para el abogado y la parte acusadora, La Junta de vigilancia médica está secuestrada por los médicos, en sus elecciones van ternas que pertenecen al Colegio Médico de El Salvador.
“Ellos nunca salen dando un informe sobre este rubro, la junta de vigilancia solo ve casos de mala praxis médica en los hospitales, ellos nunca han hecho un pronunciamiento sobre los casos, lo único que hacen es archivar, más de mil casos registrados y no se conoce públicamente ningún dictamen, poco le importa de que se conozca lo que realmente está sucediendo en los hospitales”, explicó.