Por Sonia Avalos/Liliana Samuel
Buenos Aires/AFP
Esperó 38 años por justicia. A los 97 años, la vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Rosa Roisinblit, escuchó este jueves en tribunales las condenas de 25 y 12 años de cárcel para tres exmilitares acusados por la desaparición de su hija embarazada y su yerno en la dictadura argentina.
El excomandante en jefe de la Fuerza Aérea Omar Graffigna, de 90 años, y el comodoro retirado Luis Trillo de 75 años, fueron condenados a 25 años de prisión, en tanto que el agente de inteligencia militar Francisco Gómez, de 70 años, recibió una pena de 12 años de prisión, según la sentencia.
«Veo que la justicia tarda pero llega», declaró Roisinblit, quien impulsó la querella contra el Estado desde 1979, y se congratuló por haber «tenido la felicidad de vivir para ver esto que acabo de ver y escuchar».
La sentencia condenó a los militares por «privación ilegal de la libertad y tormentos agravados», pero no por desaparición forzada como pedía la querella que solicitó penas de prisión perpetua por el secuestro en octubre de 1978 de José Pérez Rojo y de Patricia Roisinblit. Ambos siguen desaparecidos.
Tras escuchar la sentencia, los nietos de Rosa, Mariana y Guillermo Pérez Roisinblit, se abrazaron con su abuela.
A los 15 meses de edad, Mariana presenció el secuestro de sus padres y luego fue entregada a sus abuelos paternos.
Guillermo, uno de los 120 nietos recuperados por Abuelas de Plaza de Mayo, nació en cautiverio de su mamá que estaba embarazada de 8 meses al ser secuestrada. Pudo recuperar su identidad en 2000, encontrado por su hermana que trabajaba con Abuelas.
«Estoy muy contenta a pesar de que se los condena por privación de la libertad que es una figura que no termina de dar cuenta de lo que pasó con nuestros padres que están desaparecidos desde hace 38 años», explicó Mariana, sin dejar de celebrar que «al menos tres de los responsables han tenido su condena hoy».
En el mismo sentido opinó Guillermo, cuyo apropiador Francisco Gómez ya había sido condenado en 2005 por haberlo robado e inscrito con identidad falsa, y que en esta ocasión fue sentenciado a 12 años por el secuestro y desaparición de sus verdaderos padres.
«No estoy conforme por los 12 años que le dieron, no sólo por la magnitud del daño que hizo, sino porque él tiene información precisa -y lo sé por boca de él- de lo que sucedió a mis padres, del calvario que tuvieron que vivir y seguramente de dónde están sus restos», advirtió.
Aseguró que el hombre «tiene información para encontrar a tres o cinco nietos más que están apropiados».
Abuelas de Plaza de Mayo aún busca unos 400 bebés robados en dictadura (1976/1983).
«Los vi a mis dos nietos abrazarme y llorar conmigo. Es un momento de mucha emoción, un poco de llanto y un poco de satisfacción. La lucha sigue falta muchos nietos por encontrar», sentenció Rosa Roisinblit.
Fuerza Aérea al banquillo
El juicio comenzó en mayo pasado cuando casi centenaria, Rosa tuvo la ocasión de ver cara a cara a los tres acusados en el banquillo, entre ellos Omar Graffigna, integrante de la segunda Junta Militar que gobernó entre 1979 y 1981, condenado a 25 años de cárcel.
El comodoro retirado Luis Trillo, con una pena de 25 años, estuvo a cargo de la RIBA, un organismo de espionaje de la Fuerza Aérea en Morón, periferia oeste de Buenos Aires, y a Francisco Gómez, un agente de inteligencia que actuó allí.
En la RIBA funcionó una cárcel clandestina donde Patricia y José permanecieron en cautiverio entre octubre y noviembre de 1978. Desde allí Patricia fue trasladada al centro clandestino de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) donde dio a luz en un sótano. Luego fue regresada a la RIBA y le fue arrebatado su bebé.
El caso de Guillermo fue el primero conocido de un bebé robado que involucró a la fuerza aérea.
Graffigna había sido absuelto en el histórico Juicio a las Juntas de 1985 en el que fueron condenados a prisión perpetua el exdictador Jorge Videla y el exjefe de la Marina Emilio Massera, ambos ya fallecidos.
Pero en 2013 fue detenido y procesado por la desaparición de Pérez Rojo y Roinsinblit en 1978, cuando él era jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea.