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El Presidente Salvador Sánchez Cerén anunció el fin de semana que no reconocerá al llamado gobierno interino de Brasil, discount porque la suspensión de la Presidenta Dilma Rousseff es una manipulación política que constituye un golpe de Estado.
En su programa de radio y televisión “Gobernando con la Gente”, transmitido el pasado sábado desde Izalco, el Presidente también anunció el retiro de la embajadora salvadoreña Diana Vanegas, quien -mientras tanto- tiene instrucciones de no participar en actos oficiales del presidente provisional Michel Temer.
Sánchez Cerén señaló que en América Latina “estos golpes antes los daban las fuerzas militares, pero que ahora en Brasil ha sido el Parlamento”.
“La suspensión de la Presidenta Rousseff por parte del Senado llega a confirmar los planteamientos realizados dentro de Brasil, como también a nivel internacional, en el sentido de que asistimos, desafortunadamente, a la configuración de un golpe de Estado”, sostiene un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores que recoge las declaraciones de Sánchez Cerén.
El pronunciamiento de la Cancillería señala que la “actitud asumida y las medidas anunciadas evidencian manipulación política de las herramientas que contiene el ordenamiento constitucional de Brasil, ya que sin haber concluido el proceso el gobierno interino asume que la presidenta Dilma Rousseff no retornará al cargo para el cual fue elegida legítima y legalmente en las urnas por el pueblo brasileño”.
A pesar de no haber cometido ningún delito, Rousseff será enjuiciada por aval del Senado brasileño dominado por la derecha oligárquica y ex aliados del gobierno señalados de corrupción, a quienes hasta el New York Times considera una banda de delincuentes. “Ella no robó nada, pero está siendo juzgada por una banda de ladrones”, dice un editorial del reconocido periódico estadounidense del 15 de abril de este año.
Desde este espacio editorial nos sumamos a la condena de este atropello contra la democracia. ARPAS asume la postura de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), coordinadora continental de medios populares que condena el actuar de las élites oligárquicas brasileñas apoyadas por los medios hegemónicos.
“La decisión del Senado de Brasil fue precedida por una campaña sistemática de desprestigio y ataques por parte de políticos de oposición, medios de comunicación ligados al poder y sectores conservadores”, señala el comunicado de ALER.
ALER expresa su “respaldo a la presidenta Dilma Rousseff elegida democráticamente con más de 54 millones de votos”, y exhorta a “levantar la voz contra el golpe que amenaza la democracia y la paz de América Latina y el Caribe”.