Buenos Aires/dpa
Al menos 152 millones de niños trabajan en todo el planeta, una realidad que atravesó hoy la inauguración de la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil en Buenos Aires y urgió a gobernantes, sindicalistas y empresarios a consensuar medidas para poner fin este flagelo.
El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, advirtió en el acto de apertura que en los últimos cuatro años se registró «una desaceleración significativa» del trabajo infantil «y el progreso, en cuanto a los niños más pequeños y las niñas, se ha estancado».
Desde la primera conferencia mundial en Noruega en 1997 el trabajo infantil se ha reducido en casi 100 millones en todo el mundo.
«Sin embargo, y esta es la realidad que nos trae a Buenos Aires, todavía hoy hay 152 millones de niños y niñas víctimas del trabajo infantil – es decir casi uno de cada 10 en el mundo. De ellos, casi la mitad realiza trabajo peligroso. Y es preciso reconocer que el progreso alcanzado es muy desigual», advirtió Ryder ante los representantes de más de 100 países que asisten a la conferencia.
El director de la OIT subrayó que «el reto imperioso de esta conferencia es de hacer más, y de hacerlo más rápidamente».
«Hay mucha incertidumbre frente a los cambios transformativos que afectan a nuestros mercados de trabajo. Pero una cosa queda muy clara: que no existan niños trabajadores ni esclavitud moderna, que los jóvenes en edad de trabajar tengan acceso a oportunidades de trabajo decente», destacó.
«De no ser así, no podremos alcanzar la justicia social universal ni cumplir con la agenda 2030», sostuvo Ryder, quien llamó a «acabar con abusos y de no tolerar más lo intolerable».
El Premio Nobel de la Paz 2014, el indio Kailash Satyarthi, sumó hoy su llamado a poner fin al trabajo infantil en el mundo y a tomar «medidas corajudas».
El activista de los derechos humanos citó a los niños que conoció recolectando naranjas en Brasil, cocos en Costa de Marfil, o a pequeños que durante tres años no vieron la luz del sol porque estuvieron encerrados en talleres cosiendo pantalones posiblemente para una multinacional.
«Ellos no son sólo números. ¿De quién son estos niños? Son nuestros niños, si no comprendemos esto no vamos a lograr las metas de 2025 de desarrollo sustentable de la Agenda 2030 (ODS)», urgió.
«Hemos visto progresos tremendos en salud, en tecnología. ¿Por qué no podemos hacer progreso tan rápido en la erradicación del trabajo infantil? Debemos reforzar y multiplicar los esfuerzos», sostuvo Satyarthi.
El Nobel de la Paz hizo hincapié en el trabajo infantil agrícola que «no ha sido abordado adecuadamente». «En la mayoría de los países el trabajo infantil agrícola no está prohibido, no estamos invirtiendo lo suficiente en la economía rural, no hemos podido garantizar el poder de negociación de los trabajadores rurales y entonces los niños en vez de ir a la escuela, tienen que dedicarse a las tareas rurales», advirtió.
La conferencia debatirá hasta el jueves en Buenos Aires sobre trabajo infantil, trabajo forzoso y emplejo joven en numerosos talleres y charlas donde participarán representantes gubernamentales, sindicales, empresarios y de la sociedad civil.
El papa Francisco envió un mensaje desde el Vaticano en el que instó a los participantes del encuentro a que «con diálogo, creatividad y vigor sepan alcanzar caminos para alcanzar las metas de desarrollo sustentable erradicando el trabajo infantil en todas sus formas».