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La Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) hizo un llamado a la empresa privada a solidarizarse con los trabajadores que se han visto imposibilitados de laborar por la cuarentena domiciliaria obligatoria, ante las crecientes denuncias de despidos o suspensiones de contratos laborales.
“Obrar así no es humano, y mucho menos cristiano, hoy es el tiempo en que debemos ayudarnos como hermanos que somos”, dijo la CEDES en un comunicado difundido este domingo.
La Conferencia Episcopal pidió a los órganos Ejecutivo, Legislativo y Judicial trabajar unidos en favor de la población en el marco de la pandemia de COVID-19. La institución exhortó al Estado a garantizar los derechos individuales de los ciudadanos.
Externó su preocupación ante el avance de la pandemia en El Salvador y manifestó que aunque las cifras son “consoladoras” en el país, reconoce la incertidumbre de su evolución en las próximas semanas. CEDES reconoció los esfuerzos de personal de salud (médicos, paramédicos y colaboradores) en atención a pacientes de la enfermedad, así como la labor de agentes de la Policía Nacional Civil y de la Fuerza Armada en seguridad.
Destacó además cómo el contexto de emergencia ha convertido los hogares en pequeñas iglesias, en las que sus miembros han aprendido a valorar a la fe y a la familia, por lo que les exhortó a continuar con la práctica de iglesia doméstica. De igual forma, instó a la feligresía a no ver la pandemia como “castigo” de Dios, sino a afrontarla como una dura prueba de fe y confianza firme en Jesucristo.
La Conferencia Episcopal finalizó reiterando al Gobierno y a micros, pequeñas, medianas y grandes empresas, a asumir la situación con perspectiva humanista y a buscar ante todo el bien de las personas, “sería un grave error poner el dinero y la ganancia como lo más importante”, expresó.
