Por Christophe Beaudufe
Kasane/AFP
La lucha contra el tráfico de especies protegidas, medicine que amenaza la biodiversidad, y además nutre a organizaciones criminales, será analizada en una conferencia mundial el miércoles en Kasane, Botsuana.
La conferencia debe hacer un balance de los objetivos fijados en 2014 por los 46 estados que firmaron la «Declaración de Londres sobre el comercio ilegal de vida silvestre» en la primera reunión mundial sobre el tema.
Los expertos coinciden en que la destrucción de los hábitats naturales, en particular la deforestación, es la primera causa de desaparición de las especies, delante del cambio climático y la contaminación.
Luego viene el tráfico de especies protegidas, tema de la conferencia de Kasane.
«Las especies nunca estuvieron tan amenazadas como ahora, con una tasa de extinción de 100 a 1.000 veces superior al ritmo natural», alertó el director general de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), una de las ONG asociadas a la Declaración de Londres.
«El ser humano es responsable», agregó.
Varias especies emblemáticas como el rinoceronte, el elefante o el tigre son víctimas principalmente del tráfico internacional.
Pero miles de especies, como la tortuga marina o plantas raras o árboles de maderas preciosas también son diezmadas por la caza furtiva y la tala ilegal.
Además de causar daños irremediables en la biodiversidad, el comercio ilegal de especies protegidas nutre a mafias o grupos armados en todo el mundo.
Ese comercio representa 19.000 millones de dólares anuales.
«El crimen organizado está implicado a gran escala», dice Carlos Drews del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWW).
«El tráfico de especies silvestres se ha convertido en una amenaza no sólo para animales emblemático sino también para la seguridad regional, el estado de derecho, el desarrollo sostenible y la prosperidad de las comunidades locales», agrega Carlos Drews, director del programa mundial de especies protegidas del WWW.
Grupos armados de varias zonas de África se financian con el tráfico de marfil, sostienen los expertos en la caza furtiva de elefantes.
«La Declaración de Londres cambió la situación en la lucha contra ese tipo de criminalidad. En Kasane los estados pueden reforzar los compromisos de Londres y adoptar otras medidas», se congratula Heather Sohl, especialista de las especies en peligro del WWF.
«Pero no alcanza con frenar la caza furtiva, los estados deben también hacer más para reducir la demanda de productos provenientes del tráfico ilegal».
La conferencia de Kasane estudiará varias medidas, entre ellas reducir la demanda educando a los consumidores, particularmente en China.
También estudiarán reforzar la aplicación de la ley contra los cazadores furtivos y traficantes, mejorando la cooperación entre los estados, y combatir esa criminalidad como se combate al terrorismo.
La conferencia buscará también que los países donde se practica la caza furtiva se comprometan más en la lucha contra el tráfico y saquen beneficios de esa lucha, particularmente en el desarrollo del turismo.
«Los gobiernos avanzaron en la lucha contra el tráfico de especies desde la Conferencia de Londres», dice Sabri Zain, director de TRAFFIC, una red de vigilancia del comercio ilegal de fauna y flora silvestres.
«Pero se necesitan más recursos y medidas para garantizar que la voluntad se traduzca en mejoras tangibles en el terreno», agrega Sabri Zain.