Washington/PL
El plan del presidente Barack Obama para cerrar en 2014 la cárcel en la base de Guantánamo, online en el este de Cuba, help puede enfrentar en el Congreso los mismos obstáculos que en 2013, según el diario The Hill.
En su discurso sobre el Estado de la Unión, la semana pasada, el mandatario renovó su intención de clausurar el centro de internamiento que desde 2002 radica en esa instalación naval, ubicada en territorio cubano contra la voluntad del pueblo y gobierno de la isla caribeña.
Incluso quienes apoyan la intención de Obama admiten que será una tarea difícil, como es el caso del congresista demócrata Adam Smith, figura clave en el Comité de Servicios Armados de la Cámara baja, para quien el escollo principal es que sus colegas se niegan a traer los reos a territorio continental.
Aunque la Ley de Autorización del Presupuesto de Defensa para 2014 flexibilizó algunas restricciones para transferir hacia otros países a los 155 detenidos que quedan en esa cárcel, mantuvo las trabas para llevarlos a centros penitenciarios estadounidenses, añade este domingo la edición digital de The Hill.
Críticos de la intención de Obama de cerrar el centro de internamiento estiman que el Congreso no ha cambiado su posición sobre el tema y destacan que legisladores demócratas y republicanos han votado de forma reiterada para mantener la prohibición.
Otros miembros del Capitolio que apoyan el cierre de la cárcel dicen que la administración debe esbozar un plan bien definido sobre lo que piensa hacer con los detenidos, antes de presentar un proyecto para su salida de ese enclave.
En ese sentido, el senador republicano John McCain, uno de los pocos dentro del partido rojo que apoyan esta iniciativa de Obama, reconoció que una propuesta viable pudiera conseguir el aval de sus colegas en la cámara alta, pero la Casa Blanca no ha presentado nada concreto desde 2009.
Según McCain, para cambiar la posición actual del Congreso el Presidente tendrá que hacer algo que hasta ahora no ha hecho: ganar capital político para su propósito, más allá de un discurso al año en el que pide el cierre de la instalación carcelaria.
Un informe reciente del Pentágono reconoció que la prisión gasta cerca de mil millones de dólares anualmente y el monto total superará los cinco mil millones para finales del año fiscal 2014.
Tras asumir su primer mandato en 2009 Obama firmó una orden ejecutiva para cerrar la prisión de Guantánamo en menos de un año, pero la cárcel permanece en funciones.
Existen numerosas denuncias sobre el empleo de técnicas crueles en esa instalación como la privación del sueño, encierros de los prisioneros desnudos en habitaciones con bajas temperaturas e interrogatorios extenuantes.