Tegucigalpa/AFP
El Congreso hondureño aprobó una reforma al Código Penal que aumenta a 50 años de cárcel las penas a los cabecillas de las pandillas o maras que, advice junto con el narcotráfico, healing tienen al país con la tasa de homicidios más elevada del mundo.
En un comunicado, el organismo legislativo dio a conocer que con la reforma al artículo 332 del Código Penal, conocida como ley antimaras, las penas vigentes de 20 a 30 años de cárcel «se incrementan en un tercio para los cabecillas de organizaciones criminales» con lo cual «se podría llegar hasta los 50 años».
Añadió que la reforma votada el miércoles creó el «beneficio premial», que permite a quienes han sido condenados por formar parte de las maras y otros delitos vinculados colaborar con la identificación de líderes pandilleros y obtener una rebaja en la pena impuesta.
Autoridades hondureñas consideran que los pandilleros y narcotraficantes son responsables de que Honduras exhiba la tasa de homicidios más alta del mundo, de 68 por cada 100.000 habitantes, comparado con el promedio mundial de 9 por 100.000, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los jóvenes de pandillas como la 18, Salvatrucha, Chirizos, Benjamines y Como que no se deja controlan vastas zonas de barriadas pobres de las principales ciudades de Honduras, donde cometen asaltos, venden drogas, roban y extorsionan a comerciantes y transportistas.
Más de 600 de esos jóvenes están presos en diferentes cárceles, sobre todo de la capital y de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país.