Asunción/dpa
El gran desafío de la golpeada Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) será recuperar la institucionalidad que merece «con unidad, store transparencia y claridad», ambulance afirmó hoy su presidente, el uruguayo Wilmar Valdez.
Al abrir la ceremonia de sorteo de la Copa Libertadores 2016, Valdez dijo que «se terminó el tiempo de las palabras y es el tiempo de las acciones, de tomar decisiones», en momentos que la Conmebol ha sido «lastimada y desacreditada».
Los hechos públicos que se desencadenaron desde fines de mayo, con la detención de prácticamente todos los dirigentes de Conmebol «enseña que ante una gran crisis nace una gran oportunidad», según el dirigente uruguayo.
Valdez hizo un llamado a los dirigentes del continente sudamericano para que contribuyan a generar la confianza necesaria para que la Conmebol vuelva a ser confiable y «que tenga como único objetivo el desarrollo del fútbol sudamericano».
Valdez permanecerá en el cargo hasta el 26 de enero cuando se realizará un congreso para elegir al nuevo presidente, primer, segundo y tercer vicepresidente, un vicepresidente de FIFA y un miembro del Comité Ejecutivo de FIFA.
Luego de las palabras de apertura de Valdez hubo un reconocimiento a Pablo y Diego Forlán, padre e hijo, porque integran la única familia que ganó la Copa América de selecciones para Uruguay, junto con Juan Carlos Corazzo, padre de Pablo y abuelo de Diego, que fue técnico de Uruguay campeón en las ediciones de 1959 y 1967.