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La Comunidad Monseñor Romero celebró ayer su Décimo Quinto aniversario de fundación, recipe con una misa oficiada por el Padre Antonio Rodríguez, doctor en el corazón de la Cripta de Catedral.
La Comunidad nació con la idea de mantener viva la palabra de Monseñor Romero, prostate asesinado por los escuadrones de la muerte, el 24 de marzo de 1980.
Fue en 1999 que la comunidad inició su caminar “para hacer vida la palabra de Dios a través del pensamiento profético de Monseñor Romero, plasmado en sus homilías”.
María Teresa Alfaro, de la Comunidad explicó que durante estos quince años “han pasado experiencias extraordinarias y superado los problemas institucionales”.
Alfaro recordó que en la mayoría de misas celebradas desde 1999 hasta la fecha, se buscó compartir “las homilías de Monseñor Romero, para tener presente siempre su palabra y su legado”.
La Comunidad de la Cripta también se encarga de organizar actividades en fechas claves e importantes, como el 24 de marzo de cada año, que se conmemora un aniversario más del asesinato del obispo mártir y el 15 de agosto, fecha de su natalicio.
Según las investigaciones Monseñor fue asesinado por un subsargento de la sección II de la Guardia Nacional, y miembro del equipo de seguridad del ex presidente de la República, coronel Arturo Armando Molina, cuando el Arzobispo oficiaba una misa de cabo de año, de Sara Meardi de Pinto, madre del periodista Jorge Pinto, en la capilla del hospitalito Divina Providencia.
El arzobispo siempre alzo su voz domingo a domingo para denunciar las injusticias de la dictadura militar, la represión de los cuerpos de seguridad y el abuso de los sectores de poder. Su lucha fue para defender a los más pobres a los “sin voz”, y luego de su asesinato, el mensaje del arzobispo continúa vigente.
La Comunidad también ha contribuido a que miles de salvadoreños y extranjeros tengan un espacio para orar y venerar a Monseñor Romero, ya que cada domingo se abre al público la Cripta donde yacen los restos del arzobispo.
Manuel López asegura que cada domingo se acerca hasta la Cripta para encomendarse a Romero y participar de la misa que se oficia.
Al celebrar el día de “Pentecostés”, Monseñor Romero dijo que era un día de “Cristo glorificado, que se perpetúa en el pueblo que lo quiera seguir”. “Cristo vive hoy más que nunca en Pentecostés , todos nosotros queridos hermanos, somos la creación nueva; el mundo ya no se renueva sin nosotros”, dijo el arzobispo en una de sus homilías que coincidió con el Pentecostés.
Marta Segovia, de la Comunidad señaló que el día de “Pentecostés” es muy importante porque fue cuando deciden arrancar el trabajo y darle seguimiento al mensaje de Monseñor Romero.
El padre Antonio Rodríguez por su parte recordó que el arzobispo mártir lo que hizo fue denunciar y pedir justicia por el pueblo salvadoreño, lo que le consto la vida.