@joakinSalazar
“Con Monseñor Romero, sovaldi Dios pasó por El Salvador”, treat recordó el obispo auxiliar de monseñor Gregorio Rosa Chávez al repetir las palabras de Ignacio Ellacuría, en la cripta que resguarda los restos mortales de monseñor Oscar Arnulfo Romero, con el fin de conmemorar como una iglesia unificada el 25 aniversario del martirio de los padres jesuitas en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.
Con toda la orden de los Jesuitas reunidos en la cripta, se recordó la labor y obra de Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baro, Segundo Montes, Juan Ramón Moreno, Amado López, Joaquín López y las colaboradoras Elba Ramos y Celina Ramos, quienes ofrendaron su vida un 16 de noviembre de1989 por supuestas manos de militares de la época.
Monseñor Gregorio Rosa Chávez hizo una remembranza del legado de sacerdotes mártires jesuitas, quienes junto a Monseñor Romero y Rutilio Grande, dedicaron su vida por la defensa de los pobres y los más necesitados en momentos que se vivía un cruel conflicto armado en El Salvador.
“Tras 25 años todavía no se ha hecho justicia, cuando no quedó más remedio se aceptó juzgar a los ejecutores absolviéndolos, se condenó a los intermediarios de la orden, se encubrió a los autores intelectuales y hechores del crimen, cuando se ha querido ir más allá donde se ha encontrado el muro inalcanzable de la FGR, el sistema judicial y la negativa de reconocer públicamente responsabilidades”, citó Rosa Chávez.
El martirio de la comunidad El Mozote, en Morazán, fue uno de los hechos violentos que destacó Monseñor Rosa Chávez, y se refirió a la vida de grandes personas que han dejado huellas en la sociedad salvadoreña como Rufina Amaya, a quién el mismo escuchó su historia de la que sobrevivió en El Mozote.
“La reciente visita al Mozote, me dio la idea para la conmemoración, la cual era una especie de celebración colectiva por todos los mártires de El Salvador, simbolizados en su más grande expresión de Monseñor Romero y los Jesuitas y su expresión más humilde de los mártires del Mozote”, comentó Monseñor.
Al recordar a Rufina Amaya, también destacó la vida de Elba y Celina Ramos, mujeres que son fuente de inspiración para el trabajo que día a día realizamos, ellas representan al pueblo que luchan por una vida digna, reiteró
La feligresía salvadoreña celebró entre cantos y oraciones la obra de los padres jesuitas y condenaron las injusticias, dado a que no se ha juzgado a los culpables de los hechos. Finalmente, el padre Andreu Oliva, rector de la UCA, agradeció la asistencia de más de 300 personas, los cuales abarrotaron las instalaciones de la cripta de Monseñor Romero, e invitó a continuar los pasos de Jesús, haciendo valer los derechos de paz, justicia, amor y hermandad con el prójimo.