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Con la participación de los pueblos del mundo, cure en la tumba del Beato Monseñor Romero se conmemoró la pascua con la predicación del Vicario de la Parroquia El Calvario de San Vicente, Juan Vicente Chopin.
Personalidades como la embajadora de Venezuela en el país, Nora Uribe; la diputada y secretaria de relaciones internacionales del FMLN, Nidia Díaz, y una delegación italiana, se unieron a la comunidad Monseñor Romero, en un día especial para celebrar de la Resurrección del Señor Jesucristo.
“Vamos a profundizar en la celebración, en el marco de la resurrección y falta de profetismos en El Salvador, más que todo en la jerarquía de la Iglesia con tanta muerte. Sin embargo, no hay una reacción profética y esto lleva al desaliento en las bases y en el pueblo en
general”, aseguró en su prédica el Padre Chopin.
El padre Chopin consideró que debido al realce mediático sobre la violencia y cifras de fallecidos, la gente asistió menos a las actividades religiosas, pero no por falta de temor a Dios y fe, sino más bien, por que hay temor generalizado a la violencia que sufre el
país. “Como dice San Pablo a los romanos, para poder resucitar hay que participar de la muerte de Cristo, entonces para ver la resurrección del pueblo salvadoreño es necesario participar de su pasión y de su muerte que de otro modo, sería una fe que le da valor a la resurrección, pero no es realista con la pasión y muerte”, señaló el vicario.
Verdad, justicia y libertad
De acuerdo a la visión de Monseñor Romero, Dios no quiere ver a su pueblo oprimido y esclavizado por las guerras fratricidas; sino libre y en paz. Por eso, el Beato tenía claro que no podía renunciar a su misión evangelizadora, a defender la verdad y los derechos humanos, aún a costa de su propia vida tomada por asesinos el 24 de marzo de 1980 durante una misa. Este, es el mensaje retomado por todos su seguidores en el mundo.
María Teresa Alfaro, de la Comunidad Monseñor Romero, explicó que “ahora estamos celebrando que la vida, vence a la muerte, ese es el significado de la resurrección, que el bien supera al mal y ese es el legado de nuestro Beato Monseñor Romero, morir por la verdad, por los sin vos y resucitar en su pueblo”.
Por su parte, Nora Uribe, embajadora de la República Bolivariana Venezuela en El Salvador, agradeció participar en la Pascua de Romero. “Es un honor compartir con ustedes, un momento tan importante de alguien a quien respetamos y queremos tanto”, dijo.
La diplomática citó lo dicho por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro: “Defendamos la esperanza en un mundo sediento de ella y como es necesario hacerlo con la vida y mediante el amor.
Recordando, a Romero como símbolo de paz, hermandad en defensa de las
mayorías, esperanza y la lucha del pueblo salvadoreño”. “Su martirio y
muerte, no fue solo un hecho terrible, no aislado, sino que fue también simbólico para América Latina”, señaló.
Nidia Díaz, diputada y secretaria de relaciones internacionales del FMLN, hizo un llamado al pueblo salvadoreño para vivir como Monseñor Romero, a 36 años de su muerte, y acá está la comunidad celebrando en el Día de Resurrección por que se adelantó la
fecha. “Creo que a Monseñor debemos recordarlo y conmemorarlo permanentemente, día a día, minuto a minuto y vivir esa vida romeriana de amor al pueblo, de humildad y de compromiso por de decir la verdad, ser la voz de los sin vos, con una clara opción por los pobres”, destacó.
