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El Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con sede en Ginebra, aprobó en el marco de su 42º período ordinario una resolución que condena las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos contra la República Bolivariana de Venezuela.
El Canciller venezolano, Jorge Arreaza, señaló que la histórica resolución “es la primera decisión de un órgano de la Organización de las Naciones Unidas que hace referencia expresa a las consecuencias negativas del bloqueo de Estados Unidos contra Venezuela“.
Señala que el documento del Consejo de DDHH expresa su preocupación por el impacto negativo en el disfrute de los derechos humanos y afirma que cualquier solución de las controversias debe ser pacífica, democrática y constitucional, sin ninguna interferencia extranjera.
La resolución fue presentada por Irán, Turquía, Rusia, República Popular Democrática de Corea, Nicaragua, Argelia, Siria, Palestina y apoyado por el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
El embajador Jorge Valero, representante permanente de Venezuela ante la ONU y demás organismos internacionales en Ginebra, informó que el CDH aprobó hoy la resolución: “Fortalecimiento de la cooperación y asistencia técnica en el campo de los derechos humanos en la República Bolivariana de Venezuela”.
Es la primera vez que el Consejo de Derechos Humanos hace referencia expresa a las consecuencias negativas de las medidas coercitivas unilaterales contra el pueblo de Venezuela, reseña el portal web del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En la resolución se afirma que la solución pacífica, democrática y constitucional a la situación de Venezuela debe ser alcanzada por los venezolanos, sin ninguna interferencia extranjera.
El CDH exhorta al gobierno y a la oposición a continuar avanzando en un diálogo político genuino para alcanzar una solución pacífica, democrática y constitucional a la situación del país.
El embajador Jorge Valero afirmó que en la resolución aprobada se reconoce de manera fehaciente la disposición y el compromiso político mostrado por el gobierno venezolano de cooperar con la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y su Oficina.