Naciones Unidas/Prensa Latina
Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU condenaron los recientes atentados cerca del aeropuerto internacional de la capital afgana, que dejaron más de 100 víctimas mortales.
Por medio de un comunicado de prensa difundido este viernes, ese organismo también reiteró la importancia de combatir el terrorismo en Afganistán para garantizar que el territorio de ese país no se utilice para amenazar o atacar a otros.
Del mismo modo, el texto subraya que ningún grupo o individuo afgano puede apoyar a los terroristas que operan en el territorio de ningún otro Estado.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, manifestó la víspera su rechazo a los ataques terroristas en el aeropuerto de Kabul, envío su pésame a las familias de los fallecidos, y se solidarizó y deseó una pronta recuperación a los cientos de lesionados.
Además, expresó gran preocupación por la situación actual en Kabul, especialmente en el aeropuerto, donde miles de civiles buscan ser evacuados luego de que los tabilanes tomaran el control de Afganistán.
El incidente terrorista de ayer con múltiples bombas en el aeropuerto afgano subraya la volatilidad de la situación sobre el terreno en esa nación centroasiática y refuerza la determinación de la ONU de seguir brindando asistencia urgente en todo el territorio para apoyar a ese pueblo, recalcó el titular.
Por su parte, el portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, declaró que las explosiones en Kabul fueron diseñadas para matar y mutilar al mayor número de civiles posible: niños, mujeres, padres, madres, así como a talibanes y fuerzas extranjeras.
Con esos atentados se quería causar una carnicería y lo lograron, lamentó y señaló que espera la captura y enjuiciamiento de los responsables de esos hechos, lo antes posible.
El grupo terrorista Estado Islámico reclamó la autoría de los atentados, que agravan aún más la inestable situación en Afganistán. La nación enfrenta ahora enormes desafíos luego de 20 años de ocupación por Estados Unidos en supuesta cruzada antiterrorista y su posterior reconquista por el movimiento talibán. Esa guerra costó miles de millones de dólares al contribuyente estadounidense y casi tres mil bajas de soldados, así como la vida de 250 mil civiles afganos mientras 11 millones de personas se refugiaron fuera del país.
De acuerdo con reportes de ONU, las necesidades humanitarias aumentan en estos momentos en todo Afganistán y más de 18 millones de personas demandan asistencia en un contexto de hambre, sequía, conflicto y en medio de la pandemia de Covid-19.
Estados Unidos continúa su retirada total del territorio, que según analistas, se encuentra ahora en peores condiciones que hace 20 años, cuando se produjo la invasión norteamericana.