NACIONES UNIDAS/Xinhua
El Consejo de Seguridad de la ONU expresó hoy su profunda preocupación por la violencia contra líderes comunitarios y sociales, así como contra ex combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que han depuesto las armas como parte del proceso de paz.
En un boletín de prensa, los miembros del Consejo de Seguridad condenaron en términos enérgicos los múltiples asesinatos de los últimos meses. Señalaron que estos actos de violencia ocurrieron principalmente en zonas con una presencia estatal limitada y con disputas entre grupos armados ilegales y organizaciones delictivas.
Los miembros del consejo enfatizaron la importancia de presentar a los responsables ante la justicia y alentaron a todos los actores pertinentes a redoblar sus esfuerzos contra la impunidad.
El consejo exhortó a la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad, en asociación con la sociedad civil, a finalizar e implementar rápidamente una política pública para desmantelar a los grupos armados ilegales.
También dio la bienvenida a la aprobación por parte de la Unidad Nacional de Protección de medidas de protección adicionales para los ex combatientes y pidió un financiamiento adecuado para abordar el retraso en las solicitudes de protección pendientes.
Los miembros del consejo reiteraron su apoyo pleno y unánime para el proceso de paz en Colombia y reafirmaron su compromiso de trabajar estrechamente con el país para apoyar la implementación integral del acuerdo de paz.
En agosto de 2016, el Gobierno colombiano y las FARC alcanzaron un acuerdo de paz luego de cuatro años de negociaciones en La Habana, Cuba, lo que puso fin a un conflicto de cinco décadas en el país.
La ONU desplegó una misión de verificación en Colombia para verificar la reintegración política, económica y social de los ex combatientes de la FARC, así como las garantías de seguridad.