Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
La Asamblea Constituyente de 1983 elaboró la Carta Magna que entró en vigencia a partir del 20 de diciembre de dicho año, en medio de una dura guerra civil entre las Fuerzas Armadas de El Salvador y Organizaciones político militares aglutinadas en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional; que al finalizar la guerra se convirtió en partido político.
Para conmemorar la entrada en vigencia de la Carta Magna, el órgano Legislativo celebró una sesión solemne; donde cada representante de las fracciones legislativas dio su punto de vista ante este marco.
Inició las intervenciones el diputado no partidario, Leonardo Bonilla, quien mencionó que nadie está por encima de la Constitución de la República. “Nuestra Carta Magna debe ser reformada de acuerdo a las nuevas demandas de la sociedad, pero no para favorecer a partidos políticos”, indicó.
El diputado Rodolfo Parker, del PDC, dijo que hoy se conmemora la norma básica de convivencia social que narra “de dónde venimos, hacia dónde debemos caminar y hacia dónde no debemos regresar. Permitir la concentración de poder sería retroceder”.
En representación del Partido de Concertación Nacional, el jefe de fracción, Antonio Almendáriz comentó: “Nuestro lema de Dios, Unión y Libertad no pueden desaparecer. Una libertad de odio, resentimiento, de intereses no permite escuchar la voz de este pueblo que clama por la paz”.
Así siguieron avanzando las posturas de los diferentes partido político sobre la Carta Magna, que es la máxima autoridad de control sobre la República de El Salvador.
“Esta fecha representa un día histórico en la democracia de nuestro país. Ahora tenemos la dicha de poder mirar hacia atrás solo para recordarnos que nunca más debemos cometer esos errores y jamás revivir esas luchas que solo nos dejaron muerte, pobreza y destrucción”, intervino el jefe del grupo parlamentario de GANA, Guadalupe Vásquez.
Vásquez agregó que no se debe olvidar que la Constitución debe ser siempre “ese gran pacto nacional de convivencia entre los salvadoreños para vivir en paz, democracia y en libertad”.
Mientras que Nidia Díaz, del grupo parlamentario del FMLN, enfatizó que la Constitución de 1983 fue una Constitución de su tiempo, es decir, de “tiempo de guerra”. Aunque resultante de unas elecciones más bien formales, fue un documento promulgado durante la conflagración más trágica y sangrienta de la historia reciente. También la efemelenista añadió que la Carta Magna fue elaborada con la exclusión de sectores sociales que en ese entonces se rebelaron contra un sistema “injusto, violador de derechos fundamentales y de carácter dictatorial”.
“Hoy, en el aniversario 37 de la Constitución de 1983, celebramos que hace casi 29 años logramos transformar nuestra Carta Magna en un nuevo “contrato social” que nos ha permitido avanzar en la construcción de una República democrática”, finalizó la parlamentaria. Hay que recordar que dichas declaraciones de Nidia Díaz, se refiere a las reformas que se hicieron en 1991 para darle entrada a los Acuerdos de Paz, firmados en 1992.
Mientras que, por el lado de ARENA, el jefe de fracción, Carlos Reyes, argumentó que en la Constitución reside el equilibrio para que ninguno de los Órganos haga un uso indebido o arbitrario del poder, así como para evitar todo intento propio de un sistema absolutista, donde el gobernante tenga el derecho de incumplir la Constitución. El nacionalista agregó que “una Constitución no es un instrumento que se ajusta para satisfacer las aspiraciones personales o las voluntades arbitrarias de un funcionario, de un grupo de interés o de presión para así poder aumentar, abusar y sacar ventajas por tener más poder”.
El presidente de dicho órgano de Estado, Mario Ponce se refirió sobre los hechos del 9 de febrero donde, agentes de la PNC y Fuerza Armada irrumpieron el orden y entraron por la fuerza a la Asamblea Legislativa para hacer presión a los parlamentarios para que aprobaran un préstamo para financiar el Plan Control Territorial. “Hay que decirlo, los hechos del 9 de febrero en la Asamblea, fueron una toma ilegal, una ruptura y violación a la Constitución y a los contrapesos, un episodio que quedará como un capítulo triste”, manifestó.
También el presidente del órgano Legislativo dijo que la Carta Magna del 83, ha mantenido la vigencia y eficacia por 37 años, “ha provisto paz y estabilidad social”.
Cabe mencionar que para esta sesión solemne llegarían como todos los años, el presidente de la República, Nayib Bukele, sin embargo, no asistió. Mientras que el presidente de la Corte de Suprema de Justicia, la Corte de Cuentas, el titular de la Procuraduría General de la República y de Derechos Humanos, sí asistieron, así como el cuerpo diplomático acreditado del país.