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Yaneth Estrada
@caricheop
“Dedicamos este esfuerzo a las mujeres que han creído en este sueño, a las organizaciones de mujeres y a las organizaciones Feministas, a las redes territoriales de defensoras, a las ONGs que defienden los Derechos Humanos, a las organizaciones que defienden los derechos de las personas que LBGTIQ, y especialmente las organizaciones de mujeres lesbianas y transgénero”, manifestó el equipo de coordinación de la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local en su décimo quinto aniversario de fundación.
Fue el 13 de diciembre de 2003, cuando el equipo que implementaba desde las finales de la década anterior el programa de Participación Política y Desarrollo Local (PPDL) presentó a la Asamblea de Socias de Mujeres por la Dignidad y la Vida (Las Dignas) una propuesta para superar las limitaciones que encontraba en su pleno desarrollo.
Es así como entre septiembre de 2004 y enero de 2005, el equipo gestor decidió autonombrarse Colectiva Feminista de Desarrollo Local-Las Dignas, aunque esto crearía ciertas confusiones, para finalmente establecerse simplemente como la Colectiva Feminista.
La colectiva nace con un pequeño grupo de activistas feministas (siete mujeres que no pasarían de diez durante los primeros seis años de existencia) con la visión y compromiso feminista, considerando como su razón de ser: “contribuir a la erradicación de la subordinación, discriminación de las mujeres para ayudar a construir un movimiento enraizado en contextos locales que sean autónomo y sostenibles”.
Morena Herrera, fundadora del movimiento y coordinadora del proceso de sistematización explicó: “tras salir de Las Dignas nos planteamos construir una estrategia diferente para la generación de expresiones en el movimiento feminista, que vinieran a rescatar el movimiento de mujeres a nivel local, que permitió posteriormente identificarlas e incluirlas dentro del accionar feminista en el país”.
Logros destacados
Entre 2004 y 2010, la Colectiva Feminista impulsó y sostuvo una alianza estratégica con ANFRYSAS y la Unión de Mujeres para desarrollar colectivamente procesos de incidencia política nacional y local, pero también estableció alianzas para el trabajo conjunto a nivel municipal con la Concertación de Mujeres de Suchitoto (creada en 1991), la Concertación de Mujeres de Jiquilisco (creada en 2007) y la Concertación de Mujeres de Santo Tomás, así como alianzas para realizar incidencia política a nivel departamental o regional en la agrupación Ciudadana de Mujeres de Morazán (creada en 2015), la Concertación de Mujeres de Los Nonualcos y la Concertación de Mujeres de Oriente (ambas creada en 2010).
A escala internacional destacan alianzas en la que La Colectiva participa activamente como la Red de Mujeres y Hábitat, auspiciada por UNIFEM e impulsora del programa regional Ciudades Seguras para las Mujeres, Ciudades Seguras para Todos y Todas, en la cual La Colectiva llevó adelante actividades de prevención de la violencia hacia las mujeres en Suchitoto y San Jacinto; por otro lado, la Alianza Feminista Centroamericana para la Transformación de la Cultura Política Patriarcal conformada por La Colectiva, Las Mélidas de El Salvador, Tierra Viva de Guatemala, el Grupo Venancia de Nicaragua y el CEM-H de Honduras. En este sentido, Herrera aclara que “la vocación movimentista con la que nacimos y este énfasis en construir liderazgos compartidos tiene que ver conque no queremos un liderazgo solo de élite, un feminismo solo para las élites, no estamos satisfechas si la causa feminista es solo de unas cuantas, queremos un feminismo popular, amplio, que sea útil para lograr las transformaciones sociales más amplias. Eso es lo que nos mueve y está presente en todo lo que hacemos como individuos y como colectiva”, añadió.
Posteriormente, se integraron otras áreas como la violencia contra las mujeres y la seguridad ciudadana que hizo que la Colectiva inaugurara un centro de atención para brindar atención legal y psicológica a mujeres en situación de violencia, además de coordinar con instancias de justicia y actores locales.
Además, el Plan Estratégico 2011-2015 permite desarrollar un proceso de articulación con el objetivo de avanzar hacia la despenalización del aborto, ético y eugenésico. Sin embargo, para 2016-2020, este se amplía sustancialmente a promover el reconocimiento y ejercicio de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos, desde el enfoque integral, laico y científico, con autonomía de la diversidad de las mujeres y el formato de relaciones de equidad entre mujeres y hombres.
La Colectiva Feminista se suma en 2013 a la lucha por la despenalización del aborto, tomando en cuenta que El Salvador es uno de los quince únicos países del mundo que aún mantienen la penalización total al aborto desde la reforma de 1998. Según datos, desde el año 2011, un total de 127 mujeres fueron procesadas bajo la acusación de aborto, veintiséis mujeres fueron presas y condenadas entre doce y cuarenta años. La mayoría ni siquiera habían decidido abortar y sufrieron emergencias obstétricas o abortos espontáneos.
En estos casos, no se toma en cuenta el derecho a la vida de las mujeres, el acceso a la salud (95 % en la zona rural), sobre todo en mujeres pobres (49.3 %), violación de derechos reproductivos, pérdida de presunción de inocencia, derecho a la libertad entre otras obligaciones que deben ser garantizadas por el Estado.
