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Ing. Omar Salinas
Se ha cumplido el primer año de gestión del segundo gobierno del FMLN, sildenafil oportunidad valiosa para que con la información que se recibe de las distintas fuentes y del entorno de la realidad del rumbo del país, and cada quien formule su propio juicio acerca de la gestión gubernamental, sovaldi sale que lleve consigo el objetivo de visualizar el destino de cuáles han sido los logros, aciertos y desaciertos de quienes conducen en la actualidad las políticas públicas desde el Poder Ejecutivo.
Ciertamente cuando el actual mandatario tomó posesión, hubo coincidencia en que los retos y desafíos a enfrentar del nuevo gobierno no sólo serían muchos y nada fáciles de resolver; sino también demandarían una atención urgente, inteligente y eficaz, dado que de entrada tendría que enfrentar la crisis económica y heredar graves problemas en el orden social, ambiental y una situación fiscal complicada, en tiempos donde la deuda pública externa es creciente y el gasto social paradójicamente demanda más recursos. En ese contexto, y al margen de los criterios de la subjetividad y el marketing político, entre los aspectos positivos del presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, está la apertura al diálogo y la disposición que ha mostrado de trabajar de manera conjunta y articulada con todas las fuerzas vivas e intersectoriales del país, en una nueva fase de relaciones y entendimientos que permita atender tanto la situación de la armonía social, como el eterno problema del bajo crecimiento económico, que es consecuencia de un modelo de gestión de la economía ya caduco y fracasado, basado en las inversiones golondrinas, las prebendas fiscales sectoriales y un déficit en la balanza comercial, cuando se importa más mercancías de las que se exporta, y no en otro que promueva el desarrollo sostenible de sectores productivos locales. Sin desmeritar que en ese intento, la Política Nacional de Emprendimiento para la micro y pequeña empresa impulsada por el gobierno, podría ser un instrumento dinamizador de la economía en estos sectores que tradicionalmente han estado excluidos. En el aspecto coyuntural político, la personalidad, el criterio y el pragmatismo del presidente le jugaron a su favor, no sólo para bajar los niveles de confrontación estéril e improductiva que se mantuvo en el gobierno de Mauricio Funes con sectores de la derecha, ANEP, FUSADES y Aliados por la Conveniencia, dentro del marco de una agenda política partidaria; sino también para resolver el conflicto CEL-ENEL, que le permite al Estado disponer de la administración total de los campos geotérmicos y de las ganancias derivadas de la explotación del recurso, y que en ese sentido el mérito debe ser extensivo al presidente de la CEL, David López Villafuerte, no sólo por la buena diligencia mostrada en el arreglo comercial con Enel Green Power, que permitió recuperar las acciones de la generadora eléctrica LaGeo, que eventualmente pudo ser transferida al dominio privado, al margen de la sentencia de la Sala de lo Constitucional en el tema de las concesiones del sector eléctrico; sino también por haber iniciado en la CEL y las subsidiarias, una política que promueva la eficiencia, la transparencia y la proyección social. Igualmente de lo más destacado para el gobierno, debe representar las medidas adoptadas por el MAG en el tema de la soberanía y seguridad alimentaria y nutricional, el trabajo de Carlos Canjura, dirigiendo un ministerio con muchas dificultades presupuestarias y en medio de ciertos sectores a los que no les interesa que la educación prospere, las obras del MOP y el orden y la reingeniería institucional que ha iniciado Nelson Vanegas en CEPA. Sin embargo, debería ser motivo de análisis para el gobierno, no sólo el mejoramiento de otras carteras en las áreas de transporte, sector eléctrico, agua y economía; sino también la revisión de la política comunicacional a nivel colectivo, debido a que en política la percepción se vuelve realidad, y si ésta se manifiesta por la ausencia de información o porque la que se emite llega distorsionada por otros medios a la población, la percepción perenne de crisis de gobernabilidad, terminará afectando la credibilidad de cualquier gobierno de turno.
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