Por: Iván Escobar
Colaborador
@DiarioCoLatino
La lectura y la escritura son herramientas importantes para el fomento del diálogo, la comprensión y abordaje de problemas que enfrentan las familias, las comunidades en nuestro país. Organizaciones como Contextos lo saben y desde 2011, cuando iniciaron su labor, se trazaron la meta de formar y acompañar procesos encaminados a fortalecer el diálogo a través del material literario.
A lo largo de la historia del desarrollo de los pueblos se ha dicho siempre, que la educación es una herramienta fundamental para garantizar la formación de las personas, de ahí la necesidad del aprendizaje en los primeros años de vida, y la continuidad a través del desarrollo de la persona misma.
Daniela Raffo, de ConTextos, aseguró que la experiencia desarrollada en El Salvador en más de una década ha dejado importantes resultados. Desde 2012 se han creado 112 bibliotecas en diversos centros escolares, en su mayoría de la zona rural, 9 bibliotecas municipales. Se ha capacitado a 1,968 docentes a escala nacional, quienes se reúnen cada año en un Congreso Nacional.
La iniciativa arrancó en Ahuachapán, en Garita Palmera, recuerda Daniela. “Se comenzó justamente con la apertura de bibliotecas en escuelas…(pero) no solo es hacer bibliotecas, también viene la parte de formación docente, del por qué es importante leer, qué es literacidad, leyendo estamos todo siempre. No hay una cultura vertical de lectura, pero sí en casa tú abuela, tus padres leen, lo más probable es que tú lees”.
“En Contextos creemos que la lectura y la escritura tienen el poder de transformar y fortalecer las maneras de relacionarnos, y reconocernos como parte de una comunidad”, añadió.
Esta organización que trabaja con lineamientos y parámetros del sistema educativo nacional, que rige el Ministerio de Educación, así como el trabajo conjunto con otras entidades tanto públicas como independientes, enfoca su labor con docentes, niñez, juventud y familias migrantes retornadas “…creemos en el poder transformador de las historias”.
Raffo remarcó que “utilizamos la lectura y la escritura para crear, pensar y cuestionar, lejos de polarizar generamos empatías, diálogo y pensamiento crítico. Desafiamos las narrativas, las leemos desde otro lado…trabajamos en literacidad que a grandes rasgos significa generar pensamiento crítico, a través de la lectura”, puntualizó.
Por ello, considera que una labor de Contextos, a la fecha es el seguimiento y fortalecimiento a las bibliotecas creadas en comunidades de Morazán, donde se tienen 54 centros escolares atendidos, y otros más en Chalatenango, La Libertad, Ahuachapán, Sonsonate, Santa Ana, y en su momento en San Salvador. “El seguimiento y fortalecimiento no se pierde… hay docentes que se suman de forma comprometida”, destacó, y reiteró que “el diálogo es escucharlos, y estar de acuerdo y en desacuerdo sin llegar a un conflicto”. En términos generales es provocar mecanismos de diálogo y discusión, a través de lecturas y escritos por los mismos participantes, sin llegar a confrontar a la hora de discutir una situación que atraviesan como comunidad, sino la búsqueda de una solución o ideas para enfrentar lo discutido.
Programas y proyectos en marcha
ConTextos impulsa programas y proyectos encaminados a fortalecer el conocimiento, y el abordaje de situaciones, a través de la lectura y la escritura. Uno de ellos es “Literacidad para la vida”, que va desde la creación de bibliotecas, ya sea en centros escolares públicos o en municipalidades, hasta la formación de docentes que son lectores claves en las comunidades.
Dentro de este programa se desarrolla el proyecto: “Una escuela, mil historias”, que se ha realizado con éxito en Morazán, al oriente del país, en seis municipios de este departamento, instalando a la fecha, espacios de lectura en 54 escuelas, y 6 bibliotecas municipales.
A partir de 2012 se impulsa el proyecto: “Soy autor, soy autora”, el cual está dirigido a personas o familias migrantes retornadas al país, quienes a través “del proceso de transformación, reconocimiento y resignificación de nuestra propia historia” la ponen en común, compartió.
Otra de las iniciativas que impulsa la organización, como mecanismo propio de discusión y diálogo, son los días miércoles de cada semana, con “biblioteca abierta”, en donde se dan lecturas por parte de asistentes, y discuten sobre un tema, permitiendo un abordaje conjunto, con aportes de los presentes. “Es un espacio para generar el diálogo y un lugar seguro en el que la gente puede escucharse”, concluyó.
ConTextos da seguimiento a estas iniciativas, y destaca que en los primeros municipios en donde se instalaron las bibliotecas, los adolescentes y jóvenes que crecieron leyendo, “hoy piden más lectura”, dijo Raffo, lo cual es una muestra importante para romper el mito y esa idea que se tiene siempre que los jóvenes no leen, que el salvadoreño no quiere leer, esta iniciativa demuestra que llevando literatura o textos en los que las personas se involucran, el interés crece por la lectura, y se da paso a la comprensión y el entendimiento de las realidades.
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