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La lucha por los derechos de las mujeres en El Salvador ha tenido un proceso largo y difícil, que se ha marcado con historias de vida y reinvindicaciones durante el conflicto armado y en la actualidad con el objetivo de tomar en sus manos la construcción de una nueva sociedad.
Es así como surge la Asociación para la Autodeterminación de Mujeres Salvadoreñas (ASMUJERES), la cual se fundó el 23 de enero del año 1987. ASMUJERES nació como una organización social sin fines de lucro, en defensa de los derechos humanos de las féminas, desde lo personal, lo colectivo, lo territorial y además busca la gestión del conocimiento feminista.
Una de las primeras victorias a esta lucha y esfuerzo fue cuando se conformaron legalmente en la ciudad de San Salvador, el 20 de junio de 1994, bajo el nombre de Asociación para la Autodeterminación y el Desarrollo de Mujeres Salvadoreñas (AMS) a través del acuerdo ejecutivo N° 38, publicado en el diario oficial, N°39, tomo 326.
Posterior a esto se generó una nueva modificación de estatutos el 23 de abril del 2008 y el 25 de agosto surgió la modificación del logo como ASMUJERES.
La Asociación se creó como producto de reflexión de la organización de “Las madres cristianas de las comunidades eclesiales de base” de la zona geográfica del norte de Morazán, centro y Norte de San Miguel, Sur de Usulután y zona Norte de San Salvador junto con estudiantes universitarias de la de la carrera de sociología.
En el marco del conflicto armado de El Salvador, las mujeres de ASMUJERES que estaban organizadas en todas las zonas conflictivas, demandaban respeto a los derechos humanos hacia la población, acceso a la canasta básica y también estaban en contra del reclutamiento forzoso.
En medio de la represión las mujeres organizadas en ASMUJERES, en coordinación con otras organizaciones, realizaron la primera marcha de mujeres, una de las más numerosas de la historia de El Salvador; dicha marca fue en contra del hambre y la represión.
Durante la segunda etapa de la asociación, se fortalecieron los liderazgos de las mujeres y se formaron en derechos humanos para garantizar una mejor gestión.
También, se amplió la organización de los sectores de mujeres con mujeres cooperativistas y del comercio Informal, iniciando y facilitando programas de atención en salud y de alfabetización.
Esto abrió la oportunidad de que la Asociación fuera más dinámica y más comprometida con las necesidades reales de las mujeres, que siempre han demandado atención y educación.
En la tercera etapa se incluyó el trabajo con mujeres de una asociación indígena, trabajadoras del sexo y mujeres de barrios marginales de San Salvador, promoviendo entre ellas temas como salud sexual y reproductiva, que se veían mal, dado la sociedad machista en que se vive.
En estas etapas se fortaleció la organización territorial y sectorial de las mujeres.
En una cuarta etapa de la asociación, se desarrollaron mecanismos de formación y fortalecimiento del liderazgo de las mujeres, y se promovió la participación política de las mujeres.
Además, se fomentaron las articulaciones locales de defensoras de derechos, acompañamiento y asesoría a políticas municipales de género, y se desarrollaron mecanismos de prevención y atención de las violencia, participación ciudadana y política.
Actualmente, la visión de la asociación es ser una organización de mujeres feministas; que contribuya a fortalecer las autonomías de las mujeres en la toma de decisiones.
Así como también garantizando su economía y que puedan decidir sobre sus cuerpos.
El trabajo de ASMUJERES continua en estos tiempos, donde además de enfrentar las vulneraciones a los derechos humanos y de género, también hay que estar en la dinámica organizativa, en la prevención de la pandemia y el establecer soluciones a problemáticas, tanto personal como colectivas.