El Noveno Congreso realizarlo en cuatro años más en Venezuela, República Dominicana o cualquier otro país que reúna las condiciones óptimas.
Retomar la idea de Fuerza Moral, actualizando a lo menos unos siete temas sobre los cuales elaborar una ponencia y publicarlo en forma de libro digital.
En el mes de mayo priorizar el Festival Palabra en el mundo. Se requiere un trabajo serio para buscar y encontrar más organizadoras y organizadores de lecturas en diversos lugares y condiciones.
Socializar las experiencias con resultado positivo, tales como La Sopa SUR (Vancouver, Canadá), la declaración de Santuarios poéticos, la plantación del Árbol de la Paz y la poesía en cada evento local (México), contar con un logotipo para la Campaña verde Esperanza: Parques para la Paz, poemas para la Vida, buscar aliados y apoyo institucional para la misma (Cali, Colombia).
Integrarnos todos en el Muro SUR, ampliar la participación en él, teniendo como meta la cantidad de Cinco mil participantes. Dejar la Página web solo para los documentos de análisis.
Dar forma a eventos de envergadura internacional, más un foro virtual sobre cultura: uno, Justicia social; dos, Mujer, Madre tierra; tres, Pueblos Originarios; cuatro, Exposición simultanea en, a lo menos, cuatro ciudades. Lo cual sumado al Aniversario Sur en abril y al Festival Palabra en el mundo en mayo, pudiéramos tener un calendario de eventos con las siguientes fechas:
marzo: Mujer, Madre tierra,
abril: Aniversario y Premio SUR, mayo: Palabra en el mundo,
agosto: Pueblos Originarios, septiembre: Foro virtual sobre cultura, octubre: Exposición simultanea, noviembre: Justicia Social.
No basta que nos demos un calendario posible, por cada uno de estos temas podemos elegir un responsable y que proponga una metodología. Salvo Palabra en el mundo, el Aniversario y el Premio Sur, que ya hay un trabajo realizado, en los otros temas se requiere comenzar, poco importa si son uno, dos o tres lugares. El próximo años serán más si logramos constancia.
Cada Congreso ha sido un paso más hacia contar hoy con un trabajo y un saber acumulado. El VIII Congreso debiera ser el de la consagración, es ahora que podemos ser un aporte mayor a los cambios que la vida reclama, es ahora que podemos romper la indiferencia, es ahora que debemos y podemos superar todos nuestros logros, multiplicándonos en la acción de cientos de millones de personas por lograr un buen y bien vivir.