TeleSUR
Los enfrentamientos entre el Ejército de Sudán y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) continuaron este martes en Jartum a pesar de la tregua de una semana acordada para desarrollar un corredor humanitario.
Los pobladores de la capital escucharon tiros esporádicos de artillería mientras ambas partes del conflicto se acusan entre sí de haber roto el armisticio.
El Ministerio de Salud de Sudán acusó al grupo paramilitar FAR, enfrentado con el Ejército regular desde el 15 de abril, de ocupar 28 hospitales del país, uno de ellos este martes, en la primera jornada de una nueva tregua de siete días.
Se trata del Hospital Universitario Alban Jadid, el único que seguía funcionando en el este de Jartum, en el que «las milicias rebeldes se apostaron hoy, pese al alto fuego, agredieron al personal sanitario, expulsaron a los pacientes y dejaron fuera de servicio el hospital», según un comunicado del citado departamento.
«De este modo, el número de hospitales en los que está estacionada la milicia rebelde aumentó a 28, además de otras 6 instituciones de salud vitales (…) y son ya 21 las ambulancias de las que se apoderaron», agregó la nota.
Entre ayer y el 15 de abril, cuando estalló el conflicto armado en Sudán, se han anunciado al menos ocho treguas, la primera el 18 de ese mes, de 24 horas de duración, y que tenía como principal fin permitir la evacuación del personal diplomático de la capital.
Si bien los mediadores de la tregua, Arabia Saudita y Estados Unidos, aseguraron que se establecería un mecanismo vigilancia del alto al fuego, no se han expresado con respecto a la ruptura del acuerdo.
En la jornada de ayer, luego del comienzo de la tregua, habitantes de la capital de la nación africana denunciaron la continuación de los combates y los bombardeos.
En este sentido, las Naciones Unidas denunciaron que los enfrentamientos continuaron “pese a que los dos bandos se comprometieron a no intentar sacar ventaja militar antes de que la tregua entrase en vigor”.