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Contra las desigualdades de género

Blanca Flor Bonilla
Luchadora social y diputada en el PARLACEN

La desigualdad entre mujeres y hombres es estructural en nuestra sociedad. El pensamiento dominante infundado socialmente es que existen conductas que no son válidas si se es una niña o mujer, y a cada género se le presupone un determinado comportamiento. En la práctica de deportes y en los juegos de recreación sucede algo similar.

Les comparto algunos ejemplos de desigualdades de género entre mujeres y hombres que determinan la desigual participación de las niñas y mujeres en diversas actividades, espacios, en la educación y ciencias. También comparto algunas ideas para erradicar estas desigualdades.

Las mujeres dedicadas a las tareas domésticas no tienen tiempo de ocio. Si tienen hijas o hijos, les cuidan sin temporada de descanso. Estos ejemplos se dan en el ámbito de las familias o los hogares, debido a que los estereotipos sociales reforzados por los Estados y otras instituciones recargan a las mujeres, de por vida, con todos los oficios del hogar necesarios para la reproducción de la vida, incluyendo el cuidado a niñas, niños, personas adultas mayores y a personas con discapacidades. Desde niñas se les asignan estas tareas y a los niños u hombres generalmente no: las tareas del hogar se reparten desigualmente. Las mujeres que tienen trabajo fuera de la casa dedican, además, veinte horas a la semana para realizar tareas domésticas en sus hogares, mientras que los hombres solamente 11 horas1.

El salario medio anual de una mujer es 22.17 % más bajo que el de un hombre. La tasa de empleo en mujeres es del 44.0 % mientras que la de los hombres es del 55.7 %. Adicionalmente, la tasa de riesgo de pobreza también es mayor en la población femenina: un 21.3 % frente al 20.1 % de los hombres2.

De acuerdo con la ONU, en lo referido la toma de decisiones en la política, las mujeres que participan en organismos de dirección de partidos políticos son apenas un 38 %, mientras que escasamente un 10 % son mujeres jefas de Estado en el mundo, y en los parlamentos únicamente representa el 24 %.

Según ONU MUJERES, la violencia sobre las niñas y mujeres se genera por el poder abusivo de los hombres. Esta violencia, sumada a la malnutrición, son factores que impiden el adecuado desarrollo de las diferentes inteligencias en las personas, que se construyen desde la primera infancia en la interacción social. Con ello se limita la adquisición de conocimientos, seguridad personal, toma de decisiones asertivas y equilibrio emocional de niñas y mujeres.

En un estudio que incluyó quince países desarrollados o en vías de desarrollo a nivel mundial se demuestra que durante la adolescencia temprana (desde los 10 a los 14 años) se conforman las expectativas de género y cómo las niñas y niños llegan a la adolescencia con determinadas conductas adquiridas. La investigación descubrió que la sociedad sigue asociando y determinando roles diferenciados a hombres y mujeres desde la niñez: los primeros son fuertes e independientes, mientras que las mujeres son vulnerables y deben ser protegidas3.

Según la UNESCO, entre 2014 y 2016, menos del 30.0 % de quienes se dedican a la investigación en el mundo y alrededor del 30.0 % de quienes realizan estudios superiores dentro del campo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y matemáticas, son mujeres. Desde las etapas más básicas de sus estudios las niñas y mujeres tienen muy baja matrícula en diferentes ciencias y tecnologías. Reconociendo esto, el día 11 de febrero se celebra el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia.

¿Cómo reducir las desigualdades de género?

Desde la educación formal e informal se puede actuar de raíz para eliminar la desigualdad entre hombres y mujeres: padres, madres, otros miembros de la familia y las instituciones públicas o privadas, incluyendo las iglesias, tienen un papel crucial para erradicar la condición de desigualdad de género en la vida cotidiana. Es fundamental enfocarse en educar para la igualdad de género desde la primera infancia, en las familias y en la escuela, para prevenir la desigualdad de género en el futuro.

Es importante que cada hombre y mujer seamos conscientes y nos comprometamos a cambiar las relaciones sociales entre hombres y mujeres que fomentan brechas de desigualdad de género. Cada quien, con su actitud y ejemplo, decide en qué tipo de sociedad quiere vivir. ¿Apostamos por una en la que no exista ninguna clase de desigualdad y en la que toda su ciudadanía, hombres, mujeres, niños y niñas, vivamos plenamente nuestros derechos? ¡Está en nuestras manos! ¿Por qué no lo hacemos juntos y juntas?


1. Cinco Ejemplos de Desigualdades entre Hombres y Mujeres. Oxfam Intermón, España 2019.

2. Ibid.

3. El Global Early Adolescent Study, Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Universidad de John Hopkins de Baltimore, en Estados Unidos.

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