En la víspera de la inauguración de la primera fase del hospital del CIFCO para el tratamiento de enfermos de COVID-19, el Gobierno ha vuelto a reiterar que el “CIFCO se consolida como el mayor sistema de salud en la región, con 400 UCIS”.
Cuál es el interés de ser diferentes, supuestamente, a otros países de la región, incluyendo a Costa Rica que en términos de salud nos llevan varios decenios, por su atinada inversión en esa área, gracias por cierto a la eliminación del Ejército, que en los países de Centroamérica donde se tiene consumen un importante porcentaje del presupuesto general de la nación.
Que a partir de allí haya 400 UCIS para atender a nuestros pacientes de COVID-19 en estado crítico es de aplaudir al Gobierno del presidente Nayib Bukele.
Pero, hacer alarde de lo hecho, comparándose con el resto de países de la región, no tiene sentido alguno.
Sentido tiene, sin lugar a dudas, esforzarse por atender a la población de cualquier enfermedad; sobre todo, la pandemia que está viviendo no solo El Salvador, sino el mundo entero.
Por cierto, las autoridades de Salud deberían darle una explicación al pueblo del porqué un paciente de COVID-19 murió el viernes en la acera, frente al Hospital Rosales, un nosocomio que según lo presentó el Ministro de Obras Públicas, en la recién cadena de radio y televisión del presidente Bukele, con la remodelación había quedado casi de primer nivel, con camas UCIS y otros accesorios para atender a los pacientes.
El presidente Bukele, por cierto, pidió al ministro de Salud demandara a los titulares de Salud del Gobierno anterior por haber abandonado el sistema hospitalario. Si esto va a abonar al Sistema de Salud, y si está tipificado el delito, es bueno que la fiscalía haga lo suyo; sino, mejor que dedique sus esfuerzos en la persecución de otros delitos.
Entonces, dado que el Hospital Rosales ha quedado en condiciones óptimas para atender a los salvadoreños y salvadoreñas de cualquier enfermedad, incluida la COVID-19, alguien debe dar una explicación. En primer lugar, el Ministerio de Salud, por supuesto.
Volviendo al tema del CIFCO, sin lugar a dudas vendrá a suplir una gran necesidad, dado que, como han dicho en otras oportunidades las autoridades de Salud, los hospitales que atienden casos del nuevo coronavirus están por colapsar y es necesario de poner a disposición de los pacientes nueva infraestructura.
La primera fase del CIFCO, al igual que la segunda, que al parecer será inaugurada el próximo domingo, va en esa dirección y eso, por supuesto, como hemos escrito antes, es aplaudible; independientemente que sea una obligación constitucional cuidar y responder por la salud del pueblo.
Lo que deja dudas es la tercera fase, conocida como el Hospital del CIFCO, el que se está construyendo en el parque frente a las instalaciones del complejo de la exferia internacional. Dudas, por un lado, por el tiempo que se lleve su construcción, si estará a tiempo para atender a los pacientes que hoy lo necesitar de forma urgente, o estará listo hasta que la enfermedad sea manejable; sobre todo, porque cada día aparecen medicamentos o porque la gente no acude a los hospitales y mueren en sus hogares, como está ocurriendo con los casos llamados de “sub registros”.
Solo la Alcaldía de San Salvador ha sepultado más de 200 de esos casos, muchos de ellos no fallecieron en los hospitales. Lo mismo ha informado la Alcaldía de Soyapango, donde diariamente entierran a gente con “sospecha de COVID-19”.
En segundo lugar, porque, aunque el presidente Bukele ya los descalificó, muchos epidemiólogos del Colegio Médico creen que más que construir ese hospital, que costará entre 70 y 100 millones de dólares, deberían construirse más “hospitales temporales”, llamados también de campaña. La inversión duradera en este tipo de edificaciones estaría en el equipo especializado que se adquiera, propio para instalaciones UCI, pues al terminar la parte masiva de la pandemia, esos equipos pueden llevarse a otros hospitales.
Dicho lo anterior, volvemos a insistir, ¿porqué el afán de competir en la región, sea la Centroamericana o Latinoamericana, ya sea en la instalación de salas de UCI o un moderno hospital? Si la importancia está en el uso que se le de para la gente, para que esta no muera en la acera frente a un hospital.
Ojalá y las autoridades lo expliquen y, si no tienen qué explicar, mejor invertir recursos en campañas que eduquen a este pueblo que enfrenta la fase tres de la pandemia.