Pablo González
Hace más de cuatro años, durante una plática con amigos y café, comente, de acuerdo a las encuestas, que era predecible el triunfo de un nuevo personaje en la dirección del país. Que siendo la única constante el cambio, las peticiones podrían ser, que no hubiera nepotismo, no hubiera mucho robo del erario publico y que no hubiera endeudamiento. Ninguna de las peticiones fueron logradas con la nueva ilusión colectiva, que barbaridad, si hubiésemos tenido una bola mágica para ver el futuro. Se sentía en la mayoría de personas un sentimiento exacerbado de frustración, castigo al pasado y búsqueda de nuevos caciques salvadores del pueblo.
Este planteamiento es para tomar consciencia de un endeudamiento colectivo que estamos tomando como Sociedad, el cual tendremos que pagar inexorablemente, de una manera y en una época que no sabremos predecir con certeza, repitiendo la historia lamentablemente.
De todos es conocida la ley natural de la gravedad, nadie puede tirarse de una altura sin hacerse daño, por el hecho de ser ignorante de la ley de gravitación. Igualmente, toda acción conlleva una reacción de manera innata. Si podemos caminar sobre la tierra, es porque a la fuerza originada por nuestra masa, se opone una fuerza de igual magnitud, que no permite que nos hundamos; eso, no sucede al tratar de caminar sobre el agua. Las leyes naturales son inexorables y solo con una evolución de nuestra consciencia, podemos superar sus efectos.
Una parte importante de la sociedad, está avalando el sufrimiento, ensañamiento y muerte, de personas inocentes (no hablo de los culpables), por la única razón de un bienestar personal ilusorio o como dice la propaganda, si creemos que estamos bien, lo estaremos realmente, aun a costa de tener consciencia que estamos pasando en estampida, encima del prójimo. Estamos contratando deuda colectiva, que tendremos que pagar.
De acuerdo a ciertas corrientes filosóficas y religiosas, estamos retornando del nivel de consciencia mental egoico al nivel de Membresía Mítica, de manera lamentable, cuando se debiera estar superando hacia el nivel de consciencia intuitiva. El nivel Mental egoico es cuando hacemos uso del pleno raciocinio, manejando nuestras emociones y evacuamos los traumas de la niñez. El nivel de Membresía Mítica es cuando nuestro pensar y actuar se escuda en la conducta del grupo o sociedad y hacemos cosas que no las haríamos individualmente, dicho de otra manera, “donde va Vicente, donde va toda la gente”.
Las mayorías pasan desapercibidos problemas reales, por estar conectados en las redes sociales, que nos insuflan ideas de dejar de temer a las maras, cuando vivimos con terror a un futuro incierto, con terror a los cuerpos de seguridad y a la inexistente base legal. Debemos meditar.