José Roberto Osorio
Sociólogo-Economista
Países, pharm organismos nacionales e internacionales, sovaldi docentes, there autoridades educativas, instancias de sociedad civil y otros actores relacionados, mantienen desde hace tiempo, un animado diálogo sobre la calidad de la educación que se sirve a los pueblos, en la modalidad que cada nación lo haya definido y diseñado. Como diría el bien recordado Profesor Don Saúl Flores, se trata de un” tema vivo” sobre educación.
Este debate fructífero y permanente se explica dada la trascendencia de la educación para el desarrollo de los pueblos y sus países. No es cualquier clase de educación la que es útil para avanzar y producir resultados en el proceso de desarrollo.
Conviene iniciar este recorrido a un buen nivel de abstracción, para luego, arribar a consideraciones más concretas. En efecto, desde el punto de vista del materialismo dialéctico, Calidad y Cantidad son Categorías que reflejan importantes aspectos de la realidad objetiva: “El mundo no consta de cosas preparadas y acabadas, sino que constituye un conjunto de procesos en los cuales las cosas se modifican constantemente, surgen y se destruyen. Pero de esto no se sigue que las cosas carezcan de determinada forma de existencia, que sean absolutamente inestables e indiferenciables entre sí. Por más que cambie un objeto, hasta cierto tiempo sigue siendo precisamente este objeto, cualitativamente determinado, y no otro. La determinación cualitativa de los objetos y fenómenos es lo que los hace estables, lo que los delimita y lo que crea la diversidad infinita del mundo. La calidad es la determinación esencial del objeto, gracias a la cual el objeto es el objeto dado y no otro, se distingue de otros objetos. El objeto, sin dejar de ser lo que es, no puede perder su calidad”. (Diccionario de Filosofía. Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo 1965).
Calidad es también un término utilizado y desarrollado en la producción de bienes y servicios y en ese campo la misma se ha definido como: “la conformidad relativa con las especificaciones, o el grado en que un producto cumple las especificaciones del diseño”. La RAE la define como: “Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa que permiten apreciarla como igual, mejor o peor que las restantes de su especie”.
Desde una perspectiva de valor, la calidad significa aportar valor al cliente o usuario, esto es, ofrecer unas condiciones de uso del producto o servicio superiores a las que el cliente o usuario espera recibir y a un precio accesible.
Una visión actual del concepto indica que, calidad es entregar al cliente o usuario, no lo que quiere, sino lo que nunca se había imaginado que quería y que una vez que lo obtenga, se dé cuenta que era lo que siempre había querido y otros la consideran como “resultado de la interacción de dos dimensiones: dimensión subjetiva (lo que el cliente quiere), y dimensión objetiva, (lo que se ofrece)”.
Dentro de las sucesivas transformaciones que ha sufrido el término a lo largo del tiempo, en un primer momento se hablaba de Control de Calidad, etapa inicial en la gestión de la Calidad, que se basa en técnicas de inspección aplicadas a la producción. Posteriormente, nace el Aseguramiento de la Calidad, fase que persigue garantizar un nivel continuo de la calidad del producto o servicio proporcionado. Finalmente, se llega a lo que hoy en día se conoce como Calidad Total, un sistema de gestión empresarial/institucional íntimamente relacionado con el concepto de Mejora Continua y que incluye las dos fases anteriores.
Sin embargo, tratándose de un tema tan complejo y complicado como el proceso educativo, en el cual sería aventurado calificar a los educandos como “clientes”, no se puede aplicar al mismo conceptos desarrollados más bien para la producción material de bienes y servicios a partir del funcionamiento empresarial y por ello, se han venido forjando conceptos y procesos pertinentes y relacionados.
Por ello, en justa sintonía con la importancia del tema, los organismos internacionales especializados, en particular los integrantes del Sistema de Naciones Unidas, han mantenido interés y preocupación sobre la calidad de la educación, fundamentalmente porque su evaluación y constatación es el único camino para poder elevar los estándares y baremos que permitan proveer de mejores servicios educativos a la población. En este momento es propicio aclarar que, como todas las cosas tienen calidad, al valorarla se podría establecer , por ejemplo, que la misma es deficiente, regular buena o excelente, en dependencia de la escala de valoración que se haya establecido. En tal sentido mencionar “educación de calidad”, llevaría inmediatamente a la pregunta: ¿cuál calidad? En educación, de lo que se trata es de aumentar, de fortalecer la buena o excelente calidad de la educación, que mediante la gestión del sistema haya podido lograrse.
Sobre el particular en documento de UNESCO- UNICEF se planteaba: “…También se han lanzado diversas iniciativas en la región cuya finalidad última es mejorar la calidad y la equidad en la educación para hacer frente a la pobreza y a la desigualdad y, de esta forma, favorecer la inclusión social”. Igual preocupación se visualiza cuando en el Foro de Ministros de Educación en 2010, se declaraba que: “Garantizar el derecho a una educación pertinente y de calidad para todo el alumnado es, hoy en día, el mayor desafío al que se enfrentan las políticas educativas en Iberoamérica”.
Asimismo, el informe de OEI: “Miradas sobre la Educación en Iberoamérica 2012”, abordaba la valoración de la calidad de la educación en cada país. En la subregión, Costa Rica y Nicaragua exhibían las puntuaciones más elevadas, (7 en una escala de 0 a 10), que superan al promedio regional. (6.8). Honduras, con una valoración de 5.2 tiene la menor valuación de la calidad educativa en el Istmo, cerca de Guatemala con puntaje de 5.4. En el marco del cumplimiento de las metas de Educación para Todos, (EPT), UNESCO produce informes de seguimiento y el correspondiente a 2011, muestra el índice de desarrollo de la educación para todos, (IDE), que proporciona una evaluación global del sistema educativo de un país en relación con los objetivos de la EPT. Por ejemplo, Honduras, estaba clasificada como 90, con un IDE de 0.878, y Guatemala con 0.830 en el puesto 97. Nicaragua estaba clasificada en el puesto 100 en el contexto de los países considerados. Cuba estaba en el lugar 14 y Estados Unidos en la casilla 33.
En este campo son de igual o superior importancia las definiciones normativas y la relevancia que cada país concede al tema de calidad en la educación. Un breve recorrido por la legislación educativa de países hermanos seleccionados al azar, permite formarse un panorama interesante sobre el asunto.
En efecto, en Guatemala el TITULO V Calidad de la Educación, CAPITULO UNICO, ARTICULO 66º, señala: “Calidad de la Educación. Es responsabilidad del Ministerio de Educación garantizar la calidad de educación que se imparte en todos los centros educativos del país, tanto públicos, privados y por cooperativas. La calidad de la educación radica en que la misma es científica, crítica, participativa, democrática y dinámica. Para ello será necesario viabilizar y regular el desarrollo de procesos esenciales tales como la planificación, la evaluación, el seguimiento y supervisión de los programas educativos”.1
Asimismo, en el TITULO VII, Supervisión Educativa, CAPITULO UNICO, ARTICULO 72º. Definición. La Supervisión Educativa es una función técnico-administrativa que realiza acciones de asesoría, de orientación, seguimiento, coordinación y evaluación del proceso enseñanza-aprendizaje en el Sistema Educativo Nacional y en seguida el ARTÍCULO 73º. Finalidades. Son finalidades de la Supervisión Educativa:
1. Mejorar la calidad educativa.
2. Promover actitudes de compromiso con el desarrollo de una educación científica y democrática al servicio de la comunidad educativa.
1 El destacado es nuestro.