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En los últimos diez años el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) como administrador del poder Ejecutivo, impulsó una serie acciones enmarcadas en una política de combate a la violencia en el país. Sin embargo, el trabajo no fue fácil, debió enfrentar una férrea oposición de sectores de derecha, una campaña mediática en contra, y un bloqueo sistemático a todo proyecto encaminado en la búsqueda de recursos para implementar estos esfuerzos.
A pesar de ello, hoy en día se pueden palpar los resultados de lo que fue “sentar no solo las bases, sino que pegar un gran empujón a las políticas”, destacó el Diputado del FMLN, Carlos Alberto García Ruíz quien no oculta que pudieron haber cometido errores, pero son más los resultados favorables que se tienen.
El legislador quien forma parte de la Comisión de Seguridad Pública y Combate a la Narcoactividad de la Asamblea Legislativa reiteró, que el FMLN como fuerza política “contribuyó de una manera muy particular al desarrollo de una visión de política criminalística en el país”, entendida ésta como el conjunto de medidas empleadas por los órganos de gobierno, para hacerle frente a la criminalidad que afecta al Estado.
En el tema de seguridad el diputado Ruíz consideró que se ha hecho mucho, y el principal ejemplo es que el nuevo gobierno hoy trata de hacer ver que en menos de dos meses de gestión tiene resultados en su lucha contra la delincuencia y la violencia, tratando de invisibilizar e ignorando todo esfuerzo del pasado.
“Se presentó el Programa “El Salvador Seguro” toda una política que contiene elementos como: la persecución y represión del delito, y al mismo tiempo desarrollaba la acción preventiva.
Problemas como el hacinamiento carcelario fue solventado con la ampliación de centros penales y la construcción de nuevos; el bloqueo a las señales telefónicas desde el interior de los penales, que se aplicó; el desarrollo del programa “Yo Cambio” que permitió a muchos reclusos la oportunidad de desarrollarse en diversos rubros, como las granjas carcelarias, son algunos ejemplos con evidentes resultados.
“El FMLN en su administración sufrió un sistemático bloqueo. Quiero recordarles aquellos $900 millones que le fueron negados”, en ese momento por la Sala de los Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) advirtió que la votación de los mismos no era válida, porque el dictamen se aprobó con el voto de una diputada suplente. “Aquí han llegado a estupideces de dejar a este país sin Asamblea durante más de quince días. Y el ataque mediático encima”, recordó el legislador como contexto de la asfixiante situación que enfrentó el gobierno central.
Por tanto, remarca que “al FMLN se le debe agradecer el haber iniciado la transformación verdadera de la lucha contra la violencia y la delincuencia, y particularmente contra las maras. Y aquello que hicimos mal, porqué lo vamos a esconder. Si lo hicimos mal, lo hicimos mal y ya estuvo. Es decir, ¡vamos a decir que eso del diálogo con las maras fue bueno! No, no fue bueno porque lejos de bajar el volumen, lo que hizo es subirlo y eso no es correcto. Pero eso ya se juzgó, y por eso se aplicaron otras posiciones. Creo que nosotros debemos de sentirnos orgullosos de lo que hemos promovido y apoyado”.
Las profundas raíces de la delincuencia
El legislador considera que el fenómeno de la violencia tiene a la base profundas raíces, por años el país no contó con una política integral, y los gobiernos de derecha le apostaron solo a la represión del delito.
“Tiene una raíz profunda en el descuido de la juventud, de la adolescencia y de la niñez desde hace muchos años, y el descuido ha tenido a su base la desintegración familiar. Esos son fenómenos que el FMLN no tuvo en ese momento la condición para lograr frenarlos, porque la fuerza gobernante no era el FMLN”, precisó en referencia a las administraciones de derecha, que no hicieron el abordaje integral del fenómeno.
Respecto al trabajo parlamentario reiteró que el compromiso del FMLN siempre ha sido acompañar toda iniciativa en favor de la población. “El FMLN siempre ha estado abierto a frenar ese tipo de flagelo”, añadió. Y en la actual coyuntura se está acompañando al Ejecutivo en su lucha contra la delincuencia, afirmó.
“A partir de 2014 se empieza a estudiar más seriamente el problema de las maras en el país, y sus repercusiones en el seno de la sociedad. Las comisiones de seguridad (de la Asamblea) comenzaron a jugar un papel muy importante”, expresó el Diputado Ruíz.
La política de prevención implementada por el FMLN contaba con elementos como: la rehabilitación y la reinserción, ello no fue fácil aseguró el diputado Ruiz, pues se requerían recursos y la aritmética legislativa no era favorable. La política buscaba dar condiciones al privado de libertad para que “al salir no fuera estigmatizado, ni marginado”.
Actualmente la violencia es prácticamente un “modus vivendi”, y “eso es altamente riesgoso”, pero debe seguirse combatiendo, opinó.
Es un proceso
Lo que sí está claro para el diputado es que la violencia se combate sistemáticamente, y no se tienen resultados de la noche a la mañana, sino que es un proceso. Mencionó que el FMLN encontró los centros penales hacinados con un 300 % arriba de su capacidad; enfrentó la falta de recursos económicos para impulsar las políticas, sufrió críticas al impulsar medidas como el cobro por la contribución especial, y el alto índice de homicidios que los medios de comunicación exponían con intensidad diariamente.
“Sí, por eso es que da cierta risa cuando estos hablan. Las cosas se dan en el tiempo y en el espacio, y particularmente aquellas cosas que han empujado a la sociedad en su deformación (…) reeducarlas y reinsertarlas (a las personas) no es oficio fácil, se necesita indispensablemente del tiempo básico para su ejecución y ver los frutos”, puntualizó.
Actualmente añadió, “el sistema penitenciario puede reparar hasta 300 mil unidades de los pupitres de las escuelas. ¿Y eso no es un gran aporte? Claro que es una gran ayuda, son formas de ir apoyando”, dijo en relación a trabajos de carpintería que prestan los reclusos a través de programas reinserción impulsados desde la administración pasada.
La Asamblea Legislativa acompañó estos esfuerzos, “y no solo se aprobó la política, sino también los recursos con los que esa política se iba a materializar”, precisó.