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María Blanca Mancía junto a su cultivo agroecológico impulsado por la Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima (FUNDASAL), “Manos Unidas” y la contrapartida de la alcaldía municipal de San Pablo Tacachico, La Libertad. Foto Diario Co Latino.

Convivencia social y agroecología en San Pablo Tacachico

Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino

El proyecto denominado “Fortalecimiento de las capacidades locales para la convivencia comunitaria y mejora integral del hábitat” marca un trabajo en conjunto de la Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima (FUNDASAL), “Manos Unidas” y la contrapartida de la alcaldía municipal de San Pablo Tacachico, La Libertad.

El plan social se integra en tres componentes: construcción y reconstrucción de viviendas, el fortalecimiento de la organización juvenil y comunitaria, y en tercer lugar, el cultivo agroecológico comunitario.

El proyecto ejecutará la construcción de 15 viviendas nuevas, así como la reconstrucción de 56 viviendas entre los cantones de El Tránsito y San Isidro Lempa, en San Pablo Tacachico, La Libertad.

En cuanto al componente social las organizaciones trabajarán por el fortalecimiento de la organización juvenil y la organización comunitaria, que implica la educación sobre los hábitos higiénicos de las comunidades. Y en el eje agroecológico se capacitan a 18 familias y aproximadamente a 50 jóvenes del Centro Escolar Cantón El Tránsito, para el establecimiento de huertos agroecológicos comunitarios.

Oscar Alemán, agroecólogo de FUNDASAL, explicó que los huertos agroecológicos comunitarios apuestan a crear convivencia social, a la vez que mejoran el hábitat que comparten los comunitarios y que, además, adquieran conocimientos en prácticas agroecológicas que contribuyan al establecimiento de huertos diversificados.

“Estos cultivos tienen alto contenido nutricional que asegura una alimentación libre de agrotóxicos. Durante seis meses se han capacitado 18 representantes de las familias que participan en el diseño y planificación del huerto. Recibiendo, además, conocimientos sobre cosecha de agua para cultivos, identificar los tipos de suelo, la prueba de fertilidad, preparación de abonos sólidos (compost) y la preparación de fertilizantes foliares”, reseñó.

Asimismo, los comunitarios recibieron indicaciones sobre técnicas artesanales para la preparación de germinadores de semillas, repelentes de insectos, controladores de enfermedades. Y la construcción de barreras vivas y muertas en la parcela del agricultor. Así como elaboración de huertos verticales con reciclaje, preparación o desinfección de camas de siembra y cultivos en asocio y monitoreo del huerto.

“Tenemos los esfuerzos en una cooperativa agroecológica con las familias beneficiarias, este año los 18 huertos agroecológicos han tenido cosechas de: tomate, chile dulce, pepino, rábano, cilantro, perejil, albahaca, chipilín y rosa de jamaica. Y las personas han aprovechado en sus huertos los espacios y empleado la metodología para cultivar otros alimentos locales como la hierba mora, berenjena, loroco y pipianes, que ha mejorado directamente la dieta de las familias beneficiarias”, manifestó.

En el proyecto del huerto escolar en el Centro Escolar Cantón El Tránsito participan 50 estudiantes entre niñas, niños y adolescentes. Que ha facilitado el proceso de elaboración de repelentes, controladores de enfermedades de plantas, abono orgánico, compostaje, abonos foliares, la creación de semilleros con sustratos naturales y creación de camas de siembra y huerto medicinal.

“Esto ha generado la agroecología para jóvenes con jornadas de educación ambiental que contribuyen a la comprensión del por qué estamos creando un huerto y el trabajo práctico que implica. En las próximas semanas se lanzará el foto libro que describirá todo el proceso realizado en la comunidad. Las comunidades también asisten a jornadas de formación política en derechos humanos y sus demandas más sensibles como el agua y la alimentación”, dijo.

Para el presente año el proyecto agroecológico tendrá dos enfoques: práctico y político. El primero incluirá la ampliación física de los huertos actuales y la creación de 10 huertos más, con una diversificación de siembras, cosecha de agua, capacitación para la creación de un santuario de semillas, producción animal y la adopción de un menú equilibrado de los cultivos en la dieta familiar.

“El componente político sentará las bases para la asociación cooperativista, valores y principios en la lucha por la tierra. Esto será muy importante pues en el 2019 se pretende dar el paso para transformar al equipo de los huertos agroecológicos en una asociación cooperativa. Para finalizar, en San Pablo Tacachico está naciendo el derecho humano al alimento, con la agroecología y que, como bandera de lucha, estamos aprendiendo a construirlo”, puntualizó.

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