Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Japón entiende que un desarrollo incluyente es aquel en el que nadie se queda rezagado y que toda la gente del mundo tiene derecho a vivir en paz, sin temor, ni privaciones.
Con miras a materializar este derecho el país asiático coloca en el núcleo de la cooperación a cada individuo, en especial a quienes se encuentran en una situación de vulnerabilidad, como los niños, por ello, proporciona ayuda para ofrecerles protección y facilitar el desarrollo de sus capacidades en fin de realizar lo que ellos denominan “seguridad humana”.
El gobierno japonés, por medio de sus embajadas en los países con quienes tiene relaciones diplomáticas, provee asistencia financiera no reembolsable para proyectos comunitarios que respondan a diferentes necesidades.
En el salvador, los proyectos desarrollados comprenden la construcción y mejoramiento de sistemas de agua potable, la ampliación y remodelación de unidades de salud, hospitales y centros escolares, entre otros.
Entre 2013 y 2016 la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) ha desarrollado un total de 58 proyectos de los cuales 35 tienen que ver con el área de educación con un monto invertido de casi $4 millones.
Entre los proyectos apoyados por Japón en el ámbito educativo está el Proyecto “Mejoramiento de los Aprendizajes en Matemática en Educación Básica y Educación Media” (ESMATE), ejecutado en cooperación con el Ministerio de Educación (MINED) Y LA Universidad de El Salvador (UES).
El objetivo que se plantean dichas instituciones es mejorar el rendimiento académico en matemáticas de los jóvenes del primer a tercer ciclo de educación básica y bachillerato.
En el programa participan tres expertos japoneses en matemáticas, 24 técnicos matemáticos y cinco diseñadores nacionales. El trabajo de estos comprende la realización de talleres de investigación y planificación para optimizar el currículo, la observación por parte de los expertos para mejorar los contenidos desde el punto de vista de los estudiantes y visitas a Japón para presenciar el método de enseñanza de matemáticas. Es de destacar que dicho país se encuentra entre los cinco mejores en matemáticas a nivel mundial.
ESMATE también comprende la actualización de módulos de matemáticas para la formación de docentes de educación básica y media y la elaboración de materiales de estudio para estos niveles académicos.
“La idea es transformar todos los procesos de aprendizaje de matemáticas en todos los niveles educativos, se han hecho varias investigaciones para detectar cuales son las dificultades para aprender de los estudiantes, los libros de texto están siendo elaborados bajo la metodología de paso por paso para que ellos no se estanquen en el proceso de aprendizaje”, dijo Norihiro Nishicata, asesor principal del programa ESMATE.
Este proyecto se está poniendo a prueba en dos centros educativos del país, uno de ellos es el Centro Escolar República de Nicaragua, donde se enseña matemáticas con los libros de texto y ejercicios diseñados mediante los resultados del trabajo de los expertos matemáticos de la cooperación japonesa.
“Hemos estado trabajando con estos materiales alrededor de ocho meses. La metodología de trabajo es más ordenada, los chicos responden mejor a los contenidos que son más sencillos de digerir para ellos, todos los ejercicios van contextualizados con situaciones que les interesan a los estudiantes”, expresó Jonathan Tzum, profesor de matemáticas del C.E. República de Nicaragua.
Karla Quintanilla, estudiante de octavo grado, es una de las y los alumnos de la escuela que están aprendiendo matemáticas bajo esta nueva forma implantada por los expertos de JICA, para ella este nuevo método es mejor que el que utilizaban en años anteriores en la escuela.
“Siento que he aprendido bastante, porque me resultan más fáciles las matemáticas, las clases son más dinámicas, los temas son más organizados y los maestros nos explican paso a paso cada proceso”, explico la estudiante.
Entre los objetivos a largo plazo del MINED y la Cooperación Japonesa están implantar este sistema en todos los centros escolares del país para mejorar la educación y preparar mejor a los estudiantes para que respondan a las exigencias que les plantea el mercado laboral que cada vez exige profesionales más calificados en todas las áreas del conocimiento científico.
Es de mencionar que la ayuda que proporciona JICA en el país no solo comprende el mejoramiento de planes de estudio, sino también atiende proyectos de mejoramiento en infraestructura de centros escolares tal es el caso de la escuela León Sigüenza ubicada en el departamento de Cuscatlán.
“Esta escuela tenía un problema de sobrepoblación, por tanto, la Embajada de Japón invirtió más de $100 mil en la construcción de cuatro aulas y servicios sanitarios para crear un ambiente adecuado para la educación de los niños. Se construyeron en 2014 bajo pedido de la escuela, ya que la ayuda se brinda en estos casos a ONG´s o comunidades y no a gobiernos centrales ni locales”, explicó Takumi Kojima, secretario de Cooperación Técnica y Financiera de JICA.
María del Socorro Mejía, directora del centro escolar, relata la situación en la que se encontraban recibiendo clases los niños antes de la construcción financiada por JICA
“Nosotros acá teníamos muchas necesidades, había una superpoblación y no teníamos como atender a los niños, era lamentable negarles la matrícula ya que no teníamos aulas, incluso los alumnos que atendíamos recibían clases en aulas hechas con bambú y en ocasiones al aire libre”, explicó Mejía
En la actualidad, la escuela León Sigüenza atiende una población estudiantil de 646 estudiantes, 200 más que antes de la ayuda proporcionada por la Cooperación Japonesa.
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