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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
La Sociedad Cooperativa Sacerdotal (COOPESA) pidió al presidente de la República, Nayib Bukele, vetar la Ley General de la Minería Metálica, aprobada por la Asamblea Legislativa el pasado 23 de diciembre de 2024, debido al impacto negativo que la extracción minera tendrá sobre el agua y todo tipo de vida animal y vegetal.
Entre los efectos nocivos que produce la minería metálica están, la contaminación del agua, aire, suelo y la biodiversidad; el uso de sustancias tóxicas como el cianuro, arsénico y mercurio, impactan directamente en la salud de las personas; los drenajes ácidos contaminan los mantos acuíferos y los metales pesados usados en grandes cantidades, producen cáncer, mutaciones genéticas y malformaciones congénitas.
Además, se producen conflictos graves en las comunidades, llegando incluso hasta el homicidio, como es el caso de los ambientalistas asesinados en años pasados en el departamento de Cabañas.
“El designio de Dios es que el ser humano administre, en favor de la promoción y defensa de la vida, los bienes universales de la creación que él le ha confiado, tal administración debe ser a la manera de Dios, quien quiere la vida en abundancia para su pueblo; todo lo que contravenga tal designio procede de la soberbia humana, que desea usurpar el lugar de Dios”, señaló COOPESA en un comunicado.
Asimismo, coincide con el Papa Francisco que el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos.
El Papa Francisco en la audiencia general del pasado 13 de octubre de 2024, con ocasión del asesinato del ambientalista hondureño Juan López, pidió en nombre de Dios, a las grandes corporaciones extractivas, mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias, agronegocios, que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, dejen de contaminar los ríos y los mares, intoxicar los pueblos y los alimentos.
COOPESA respalda la posición de los obispos de la CEDES, que en sus comunicados del 12 y 24 de diciembre de 2024, expresaron su rotundo no a la explotación minera en el país, y pidieron a la Asamblea Legislativa derogar la recién aprobada Ley General de Minería Metálica. Al mismo tiempo, la Cooperativa Sacerdotal se mostró a favor para desarrollar acciones conjuntas y concretar el acompañamiento al pueblo salvadoreño.
“Los diputados católicos no deben renunciar a su identidad cristiana y pueden aplicar, como lo hizo Monseñor Romero, la objeción de conciencia ante una ley que atente contra sus principios. El desarrollo económico es importante para nuestra sociedad, pero no a costa de la salud y la vida de los ciudadanos”, expresó.
COOPESA hizo un llamado a todos los sacerdotes socios y no asociados, pastores evangélicos, líderes religiosos, fieles en general y personas de buen corazón, a que defiendan la vida buscando con creatividad formas de organización, concientización y resistencia; para pronunciarse enérgicamente a fin que el presidente de la República vete dicha Ley.
El pasado 23 de diciembre de 2024, los diputados de Nuevas Ideas, PCN y PDC, a instancias del presidente de la República aprobaron la Ley General de la Minería Metálica, la cual deroga la Ley de Prohibición de la Minería Metálica en El Salvador de 2017.
La Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES) lamentó la aprobación de la ley que permite la explotación minera en el país, sin escuchar a la población. Es una acción que contraviene la voluntad del pueblo y que, ignora su victoria alcanzada en el año 2017, logrando una ley que prohibiera la explotación minera, protegiendo de esa manera la vida y la salud en la nación.
La CEDES pidió a las autoridades reconsiderar su decisión y deroguen esta nueva Ley de la Minería, la cual producirá muchas víctimas, comenzando por las personas más vulnerables, pero que luego dañará a todos, incluyendo el sufrimiento a las nuevas generaciones, y los costos mortíferos del medio ambiente.
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