Miami / AFP
Leila Macor
Cálido y soleado, el clima era perfecto este mes. Florida estaba en su temporada alta, recibiendo visitantes de lugares fríos de todo el mundo. Ahora, con el turismo al borde del abismo por el coronavirus, su economía se hunde en la recesión.
Florida tiene turismo todo el año, pero entre enero y abril, cuando todavía no hace demasiado calor, se concentran cuatro meses esenciales para su economía.
Es la época en que llegan los «snowbirds», como se llama a los jubilados del resto del país que vienen en busca de calor, y los «springbreakers», que son los estudiantes universitarios en vacaciones de primavera boreal.
Pero los turistas desaparecieron. Los hoteles y los bares cerraron, los restaurantes sólo pueden vender a domicilio. Las playas y los parques, clausurados. El acceso a los cayos, bloqueado. Algunas de las principales ciudades, como Orlando, Miami y Miami Beach, están en cuarentena obligatoria. Miami incluso con toque de queda en las noches.
«Esto es catastrófico para la industria. Da miedo, especialmente para los dueños de pequeños negocios como el mío», dijo a la AFP Zachary Tranten, propietario del hotel Drop Anchor en Islamorada, uno de los cayos del sur de Florida.
El acceso a estas islas, que están conectadas entre sí por una magnífica serie de puentes sobre el mar, está obstruido desde este viernes por dos puestos de control policial.
El daño «que esto puede hacer a nuestro negocio a largo plazo es ilimitado», dijo Tranten.
El jueves, el Departamento de Trabajo reportó que 3,3 millones de personas solicitaron subsidios de desempleo la semana pasada, una cifra jamás vista. Florida también registró un récord, con 74.021 peticiones hasta el 21 de marzo.
Y esto es solo el principio.
Un estudio de la firma británica Oxford Economics, citado por el diario local The Miami Herald, estimó que más de 305.000 trabajadores vinculados a la hotelería perderán sus trabajos en Florida por la crisis.
– Recesión aguda –
El virus COVID-19 ha causado que «Florida y el resto de Estados Unidos entren en una recesión aguda en marzo», comentó James Chung, socio de StratoDem Analytics, una firma con sede en Cambridge, Massachusetts, que analiza datos económicos y demográficos de condados de Estados Unidos.
«Y Florida está particularmente afectada porque es una potencia turística y el turismo cerró por completo en marzo», dijo Chung a la AFP.
Este estado que tiene sol todo el año, playas de agua turquesa, pantanales, manantiales y numerosos parques temáticos, de los que Disney y Universal son apenas los más conocidos, recibe unos 130 millones de visitantes al año.
En 2018, esto se tradujo en cerca de 86.000 millones de dólares para su economía.
De acuerdo a Chung, la caída en el producto interno bruto de Florida es más profunda que la del resto de Estados Unidos, y esa diferencia se debe al golpe que recibe el turismo.
Según un estudio de su firma, basado en reportes de varias instituciones financieras, la mayoría de los condados de Estados Unidos registrarán una caída de 15 a 20% en su actividad económica.
«Pero el impacto del COVID-19 será mucho más duro para los condados que dependen del turismo o de la manufactura, con caídas de 25% o más en el segundo trimestre», detalló el reporte divulgado el viernes pasado.
Por ejemplo, el informe calcula que entre abril y junio, el condado (suerte de municipio) de Miami-Dade perderá unos 9.000 millones de dólares.
Para Rick Sánchez, un botones de 56 años del hotel Fontainebleau de Miami, que está cerrado por la crisis, estas cifras ya son una realidad.
«No voy a superarlo, no lo voy a superar con todo lo que está pasado ahora», dijo al Herald. «Estoy preocupado porque no sé cómo voy a ocuparme de mi familia».
«¿Cómo voy a pagar la hipoteca?», siguió. «Mi esposa estaba llorando el otro día».
El coronavirus ha llevado a la economía mundial a una recesión que será peor que en 2009 después de la crisis financiera mundial, aseguró el viernes la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
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