Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
Carlos Flores, coordinador de ECOS El Salvador afirmó que este momento es un “punto de reflexión” sobre el enfoque de la sociedad salvadoreña y las autoridades del Estado que se debe impulsar desde la población, luego de superar la Emergencia Nacional de Salud por la pandemia del COVID-19.
“El Salvador debe fortalecer el Estado, sus instituciones, fortalecer lo público como signo o elemento que pone al centro la naturaleza y la persona humana; es decir, nuestra perspectiva es que el único mecanismo para lograr que salgamos bien librados de los impactos del coronavirus y que sea el fin del Estado”, afirmó Flores.
En el marco de la conmemoración del “Día Mundial de la Tierra”, ECOS El Salvador señala que los efectos de la crisis generada por el coronavirus es un llamado de la naturaleza, ante la invasión descontrolada y sobre explotación de los bienes naturales.
“Este virus se llama Sarcov-2, es un virus inofensivo, pero peligroso; -inofensivo- en el sentido que su tasa de mortalidad es baja, algunos estudios lo sitúan en el 0.66 % y la OMS en el 1 % de la población que puede ser infectada tendrá efectos y podrá incluso morir por esta enfermedad. Pero es sumamente peligroso en la medida que tiene un alto índice de contagio y esta es la verdadera amenaza, porque hace colapsar los sistemas de salud de los países y en esa medida representa un grave peligro para la humanidad”, aseguró Flores.
Para el ecologista de ECOS, el “virus no es el problema” y estudios científicos de China y otros países han coincidido que el aparecimiento del virus es una zoonosis o salto de la naturaleza hacia el ser humano.
“Nosotros al invadir el hábitat, al consumir las especies es que se ha pasado el virus del animal al ser humano; entonces, incluso hay estudios que lo ubican en el murciélago como portador y este tiene vinculaciones con el pangolín que es una especie que habita en África y Asia, es esta especie es la que traslada el sarscov-2 a los humanos, es importante mencionar que el virus existe en la naturaleza y es la agresión de los humanos a la naturaleza la que provoca a ese salto”, explicó.
No obstante, Flores señaló que pese a que la mirada del mundo se encuentra enfocada en la crisis económica que tendrá al final por la emergencia sanitaria, no todo será pérdida en cuanto a la recuperación del medioambiente.
“En la contabilidad ambiental global, el coronavirus es positivo -si vemos el sentido contable- en el ahorro del capital natural que poseemos como humanidad, como civilización. Ha representado varios cientos de millones de toneladas de CO2 que han dejado de subir a la atmósfera, y también representa varios cientos de miles de materiales que se extraen de la naturaleza para bienes y servicios que no fueron explotados. Y también varios millones de toneladas de desechos que van de la sociedad a la naturaleza, entonces contrariamente frente a la economía es catástrofe el COVID-19, ha sido para la naturaleza un gran alivio”, indicó.
En cuanto al ámbito económico, Flores añadió que la pandemia COVID-19 ha revelado y puesto en primera plana las injusticias sociales de la población salvadoreña, porque son mayorías las que tienen que desafiar el virus al salir a la calle para generar ingresos y sobrevivir, incluso las medidas paliativas que ha implementado el Gobierno.
“Dentro de la emergencia por el COVID-19, mucha población no tiene agua, está sin ingresos fijos o no tiene mecanismos para recibir un subsidio y, por tanto, los expone a más contagio y padecer de este virus con toda su fuerza e impacto, pero el coronavirus no es el causante de la crisis en El Salvador, es un elemento que presiona al sistema, porque el país ya estaba en crisis y vale la pena recalcar que las condiciones del país podrían estar mucho peor, de no haber implementado la Reforma de Salud, que llevó salud a lugares recónditos y pobres (ECOS); si se hubiera materializado la privatización de los servicios de salud pública, esta sería una situación peor”, aseguró.
El Salvador -agregó Flores- debe construir otra realidad a partir de este contexto y seguir en la lucha contra las privatización de elementos tan básicos como la salud, el agua y el rescate del medioambiente.
“El coronavirus es un llamado en un tono elevado para toda la humanidad y El Salvador, es importante permitir que la naturaleza se recupere, que sus ciclos funcionen. Y un llamado a los neoliberales a abandonar la ganancia como fin último de una meta estratégica y poner al centro de la economía la vida; porque después que pase lo más grave de la pandemia, no podemos volver a la misma normalidad de antes, no podemos seguir siendo una humanidad excluyente; es muy importante que la naturaleza y la gente reciban los beneficios de la naturaleza y la economía, y estas condiciones las podemos asentar en este momento”, puntualizó.