Roma / AFP
Kelly Velásquez / Gildas Le Roux
La propagación del nuevo coronavirus en Italia se extendió el martes a ocho regiones, entre ellas Toscana, Sicilia y Liguria elevando a 322 la cifra de contagiados y a 10 el número de muertos, según información de Protección Civil, aunque medios de prensa dan cuenta de otro deceso adicional.
La mayoría de los contagiados están concentrados en la norteña Lombardia, principal foco del brote, donde se han tomado medidas excepcionales y se registraron ocho decesos.
Después de Lombardía, la otra región más afectada es el Veneto, cuya capital es Venecia, con 38 casos y donde se registró el viernes la primera muerte de un ciudadano europeo por el nuevo coronavirus.
La región de Emilia-Romagna es la tercera con 23 casos, concentrados alrededor de la ciudad de Piacenza, no muy lejos de Lombardía.
Todas las personas que han muerto tenían una edad avanzada y graves problemas de salud.
De las 21 regiones bajo observación, en ocho se han registrado casos de contagio. Entre ellas figura Toscana, en el centro con dos casos, Sicilia, donde una turista oriunda de Lombardía fue hospitalizada y Liguria, en el noroccidente.
El primer caso de coronavirus en Sicilia suscita preocupación ante la posible expansión a las regiones más meridionales. La paciente es una turista de Bérgamo que estaba de vacaciones y que fue hospitalizada tras presentar síntomas gripales.
El marido, negativo a los análisis, así como los amigos y el grupo de turistas que viajaron a Palermo con ella han sido puestos en cuarentena.
Las autoridades mantienen la atención sobre Roma, donde tres personas se encuentran hospitalizadas: dos turistas chinos y un joven italiano que acababa de regresar de China.
Por ahora se ha identificado como foco principal de la epidemia la ciudad norteña de Codogno, cerca de Lodi, a 60 km de Milán.
Fue en esa localidad de 15.000 habitantes donde Mattia, un ejecutivo de 38 años, fue hospitalizado por primera vez el miércoles pasado y se le considera el «paciente 1».
La epidemia también ha paralizado completamente a Italia, sobre todo porque las escuelas y universidades están cerradas en las cuatro regiones más afectadas.
Los números de emergencia además están saturados, por lo que las autoridades piden que llamen sólo los que han temido contacto con personas contagiadas.
Las mascarillas y geles desinfectantes desaparecieron de los supermercados y farmacias de todo el país, y en las páginas de venta por internet llegan a costar 100 euros.
– Vecinos mantienen fronteras abiertas –
A pedido del gobierno italiano, los ministros de Salud de Francia, Suiza, Austria, Eslovenia y Croacia, vecinos de Italia, así como de Alemania y la Unión Europea, se comprometieron este martes en Roma a mantener las fronteras abiertas y definir «líneas de acción comunes» frente a la epidemia.
Los ministros consideran un eventual cierre de fronteras «ineficaz y desproporcionado», indicó el responsable de la cartera de salud italiana, Roberto Speranza.
«Estamos hablando de un virus que no reconoce las fronteras. Ningún país va a actuar solo», recalcó.
Las medidas tomadas han sido «muy estrictas y serias» explicó el ministro, que instó a evitar cualquier alarmismo tras explicar que el cerco sanitario impuesto a 11 localidades del norte de la península ha sido decidido por un comité científico.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, admitió una serie de fallas en un hospital lo favoreció la propagación en el norte de la península, aunque reiteró que el sistema sanitario nacional está preparado para hacer frente a la emergencia.
Los países europeos han reaccionado hasta ahora en forma desordenada y muchos países tienen listos «planes de pandemia» que pueden activar dependiendo de la situación.
Un equipo de la Organización Mundial de la Salud se encuentra en Italia para evaluar las medidas a tomar.
Todos los medios italianos expresan su enorme preocupación porque en muchos países se empieza a cerrar la puerta a los ciudadanos que proceden de Italia.
Francia emitió una serie de recomendaciones para las personas que han estado en las dos regiones italianas más afectadas por el nuevo coronavirus: Lombardía y Véneto.
En su página web, el gobierno pide que en los 14 días siguientes a su vuelta a Francia, los grupos de estudiantes no deben ir a los centros de educación.