Corre video

En la PROSALEGRE anterior relaté que a finales de enero de 1973 el personal de TVE, cheap view bajo presión, purchase comenzó a redactar guiones y a contactar a invitados y conjuntos musicales, de danza, de teatro y de otras áreas del arte y la cultura para grabar 64 teveprogramas en 5 días, que serían transmitidos el día de la inauguración de los canales 8 y 10.

El primero de esos días, a las siete de la mañana, los escenógrafos  ya habían finalizado los escenarios de los programas del primer turno de grabación. Llegaron los invitados. El personal ya estaba en movimiento, afinando detalles, revisando áreas de luz y confirmando la colocación de elementos y de participantes ante las cámaras.

A las ocho, en el Estudio 1, desde la cabina de control, como realizador ordené al coordinador de piso: Silencio en el Estudio. Él, a su vez, ordenó: silencio en el Estudio que vamos a grabar. Y continué: Listo video…  Corre video… Identificación… 5, 4, 3, 2,… Entre música y cámara 1 (títulos)… Baja música… Entre cámara 2 (conductor)… Habla… ¿Qué tal, amigos?… (Oscar Rodolfo Vega). Hoy estamos de fiesta, la Televisión Educativa inaugura sus canales  8 y 10, dos ventanas que proyectarán educación y cultura para niños, jóvenes y adultos…

Mientras el conjunto musical invitado ejecutaba una pieza, entregué los audífonos, el guion y la dirección de este programa al asistente de producción quien continuó la grabación. Y corrí para el Estudio 2. Ya todo estaba listo, y de manera similar, Rutilio pronunció las palabras técnicas del inicio. Y José Lázaro Canales como conductor dijo: Amigos televidentes: Qué alegría para las familias salvadoreñas, Televisión Educativa ya cuenta con sus dos canales propios que hoy inauguramos…

Luego me incorporé, por separado, a los dos grupos de compañeros que observaban en monitores estas grabaciones, para detectar inconsistencias e informar al realizador quien hará las correcciones antes que finalice su turno de Estudio.

¡Qué satisfacción! Habíamos iniciado con seguridad las grabaciones de este día. Los escenógrafos con rapidez montaron los otros «set» para grabación. A las diez comenzamos otros dos programas, y a las nueve de la noche completamos 13, ya revisados y listos para su transmisión.

Continuamos los días restantes en una locura para cumplir la meta que logramos con profesionalismo, disciplina y amor propio. Hubo una participación positiva de los artistas y profesionales invitados. Todos querían figurar en este acontecimiento único en el país. La respuesta técnica y artística del personal de la TVE fue clave para el éxito.

Antes de retirarme pasé al cuarto de máquinas de video para revisar la bitácora del tráfico de programas que se transmitirían el siguiente día. Estaban distribuidos en las siguientes franjas: música, folklore, arte, cultura general, artistas, y otras. Una sorprendente versatilidad en la semantización de la expresión sonovisual.

El siguiente día, uno de los primeros de febrero de 1973, el presidente Arturo Armando Molina inauguró los canales 8 y 10. Y por la tarde-noche se nos invitó a una recepción en el Balneario Los Chorros. Asistieron mis compañeros. Los expresidentes Julio Adalberto Rivera y Fidel Sánchez Hernández departieron con alegría, y se les pasaron las copas, de modo que se mantenían de pie agarrados de una palmera que mecían como  el viento.

El exministro de educación Walter Béneke, me buscó para felicitarme por la programación cultural. Comentamos que el área del arte, la cultura y la educación no formal, constituye otro filón de producción que en el futuro la TVE debería desarrollar en forma sistemática. Lo que se había producido era una interesante prueba para el futuro de la institución.

Por fin me sentí liberado de esa responsabilidad y satisfecho porque comprobé el enorme potencial del personal de la TVE, y a su vez confirmé que el medio televisivo es una draga que requiere toneladas de programas y hay que alimentarlo todos los días. No espera.

Con los telemaestros y realizadores, brindamos por la apertura de estas dos ventanas de la TVE, alegres porque construíamos educación y cultura en El Salvador.