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Corregir fallos del mercado es función del Estado

Profesionales del ALBA.
Intelectuales Orgánicos

En la mayoría de los países a partir del siglo XXI, sean estos industrializados o subdesarrollados o países en vías de desarrollo, la producción y distribución de los bienes y servicios generados por la sociedad se realizan mediante los principios de la economía de mercado. Uno de los principios que justifica esta forma de organización de la actividad económica sostiene que “es el medio por el cual se logra una asignación eficiente de los recursos”.

Es de aceptación en las ciencias económicas que en muchas oportunidades los mercados no logran resultados eficientes, produciéndose lo que los economistas llaman fallos del mercado, se producen fallos del mercado cuando la búsqueda del propio interés de los empresarios por obtener ganancias económicas genera malos resultados para la sociedad en su conjunto, requiriéndose la intervención del Estado para corregir o reducir estas ineficiencias.

Uno de los fallos del mercado más conocidos en economía es el de las “Externalidades Negativas”, esta se origina cuando los actos de una persona o empresa impone costos a otras empresas o personas sin ninguna compensación, al no caer los costos sobre la persona o empresa que genera la actividad económica se obtienen beneficios extraordinarios y estas actividades tienden a generarse en exceso, es decir, más allá de lo que se obtendrían, si estos costos se internalizan al interior de las empresas que generan las externalidades negativas.

En El Salvador la producción de caña de azúcar es una de las actividades productivas que generan altas externalidades negativas, durante el proceso de producción se transfieren costos a otros agentes económicos y al Estado por la incidencia en la salud de las personas, deterioro del medioambiente, se contaminan mantos acuíferos y el deterioro de la calidad del aire y en la fertilidad del suelo. Entre las externalidades que se generan se pueden identificar:

– La producción de caña de azúcar se localiza en las mejores tierras de país, valles centrales y planicie costera e inclusive en los distritos de riego cuya inversión pública se realizó para fomentar la producción de alimentos, desplazando esta producción a suelos marginales y de baja productividad, en la actualidad existe un proceso de parte de los ingenios de apropiarse de las mejores tierras de las cooperativas para orientarla a la producción de caña, mediante la complicidad de Juntas Directivas y Consejos de Vigilancia;

– Para el proceso de maduración se utiliza el herbicida glifosato, causando daños a la producción de granos básicos, contaminado aguas y la calidad del aire, pérdidas de la pequeña producción pecuaria -aves de corral, abejas y otros-, afectando la salud de la población;

– La quema que precede a la cosecha, contamina el aire, destruye fauna, flora; afectando la biodiversidad de las zonas de producción, deteriorando la estructura y fertilidad de suelos;

corregir estos fallos del mercado expresados en externalidades negativas identificadas es una de las funciones del Estado. Entre algunas acciones a ejecutar se pueden recomendar:

– La zonificación de la producción de caña, localizando la producción, delimitando las áreas de cultivo, liberando las áreas de riego, protegiendo mantos acuíferos y poblados;

– Prohibir el uso del herbicida glifosato como madurante, la práctica de la quema y promoviendo la roza verde.

– Diseñar, aprobar e implementar instrumentos legales que prohíban a los propietarios de los ingenios seguirse apoderando, bajo prácticas no transparentes, de las tierras de las cooperativas de la Reforma Agraria.

“Cuando los mercados no logran la eficiencia la intervención del Estado puede mejorar el bienestar de la sociedad”.

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