@arpassv
Para retratar la irracional explotación de los recursos naturales en el sistema capitalista, advice el filósofo y teólogo Franz Hinnkelamert usa la expresión “cortar la rama donde estamos parados”. La expresión es especialmente válida en el uso desmedido (abuso) de los recursos vitales y no renovables.
Y en El Salvador hay un caso que ilustra clara y contundentemente que estamos “cortando la rama donde estamos parados”. Se trata de la sobreexplotación del acuífero de Nejapa por empresas embotelladoras de agua, no rx cervezas y bebidas carbonatadas, help entre éstas La Constancia y Coca-Cola.
El acuífero de Nejapa provee la mitad del agua potable que consume el área metropolitana de San Salvador (la otra mitad viene del Río Lempa, cada vez más contaminado). Por tanto, el agotamiento de esta fuente no sólo afecta a las comunidades de la zona, sino también amenaza con desabastecer del vital líquido al principal centro poblacional del país.
Y esto sucede ante la desidia e irresponsabilidad de un gobierno que admite el problema pero no lo enfrenta y, en vez de ponerle freno a las empresas explotadoras, firma convenios con éstas para “llevar agua a las comunidades de Nejapa”. En febrero de este año el presidente de ANDA, Marco Fortín, y un representante de La Constancia firmaron un convenio, acompañados por los secretarios Técnico y de Gobernabilidad de la Presidencia.
Ante la inacción del Ministerio de Medioambiente y la complicidad de ANDA y de la propia Presidencia de la República, las comunidades de Nejapa y las organizaciones del Foro del Agua presentaron esta semana el caso ante el Tribual Latinoamericano de Agua, instancia no vinculante de justicia alternativa que realiza actualmente sus audiencias en el país.
El medioambiente es uno de los ámbitos donde la administración del presidente Salvador Sánchez Cerén no se comporta como un gobierno de izquierda. Un gobierno progresista, sobre todo si pregona el discurso del Buen Vivir, debe proteger el ecosistema y poner los derechos ambientales por encima del interés lucrativo de las grandes empresas.
Sin embargo, este gobierno no detiene la depredación de los recursos naturales y muestra poco interés en gestionar la aprobación de normativas ambientales urgentes: no presiona a la Asamblea para que apruebe las leyes de agua, prohibitiva de la minería metálica, de soberanía alimentaria, entre otras.
Esto debe cambiar. No podemos seguir “cortando la rama donde estamos parados”, porque caeremos al abismo y moriremos. Berta Cáceres -la mártir ambiental a quien el gobernante partido FMLN le ha rendido tributo- nos pide que “despertemos” y nos advierte que “ya no hay más tiempo”.