Por Damian Wroclavsky
Brasilia/AFP
Un juez de la corte suprema de Brasil suspendió este jueves el mandato del poderoso presidente de la Cámara de Diputados, store Eduardo Cunha, mind por obstruir las investigaciones en su contra en el escándalo de corrupción de Petrobras.
La sentencia es una medida cautelar y atiende a un pedido de la fiscalía que afirma que Cunha, arquitecto del impeachment que tiene en jaque a la presidenta Dilma Rousseff, usaba su cargo «en interés propio e ilícito para evitar que las investigaciones en su contra lleguen a buen término».
«No existe la menor duda de que el investigado no posee condiciones personales mínimas para ejercer, en este momento, en su plenitud, las responsabilidades del cargo de presidente de la cámara de diputados», señala el fallo del juez Teori Zavascki, al que accedió la AFP.
La decisión de la Corte alcanza tanto al mandato de Cunha como diputado federal como a su cargo de presidente de la cámara.
Cunha, de 57 años, es el segundo en la sucesión presidencial de Brasil y, si Rousseff es suspendida por el Senado para iniciar un juicio de destitución el 11 de mayo, quedará en primer lugar detrás del vicepresidente Michel Temer, que reemplazaría a la mandataria.
La fiscalía detalló 11 acciones en las que Cunha, un legislador ultraconservador, dueño de 150 dominios de internet con la palabra «Jesús», actuó en forma ilícita.
«Retrógrado, corrupto»
La corte notificó a Cunha la decisión que le quitó de las manos el cargo por el que estuvo en el centro de la tormenta política que golpea a Brasil y que, una vez más, podría modificar el ajedrez del poder en el país.
«Confieso que fue una sorpresa (…) Creo que esta decisión deberá ser confirmada por el pleno del Supremo Tribunal Federal (STF) esta tarde», dijo a periodistas el diputado opositor Pauderney Avelino, del partido DEM que impulsa el impeachment.
Consultado acerca de si la medida no implica un avance de un poder de la República sobre otro, Avelino respondió: «La separación de un diputado federal de su mandato, en este caso del presidente de la cámara, puede ser sí una interferencia sin un juzgamiento del plenario del STF».
Algunos curiosos y decenas de camarógrafos de televisión se agolparon frente a la residencia de Cunha en Brasilia. Sus asesores comunicaron que permanecía dentro de la vivienda y no haría declaraciones.
«Es una persona manipuladora que legisla en beneficio propio. Representa lo más viejo de la política. Conservador, retrógrado, corrupto», dijo Maia Terra Figueredo, una filósofa de 35 años que se acercó hasta la casa de Cunha.
Polémico y poderoso legislador que se convirtió en la némesis de Rousseff, Cunha es además el único político protegido por fueros que está siendo juzgado por la corte suprema en una causa que indaga si cobró 5 millones de dólares para facilitar un negocio en la estatal Petrobras.
En diciembre, cercado por denuncias en su contra y amenazado en la propia cámara de diputados con perder su mandato por faltas éticas, autorizó un pedido de impeachment contra la presidenta por supuesta manipulación de las cuentas públicas.
Más crisis
El proceso de impeachment dejó a Rousseff al borde de perder la presidencia de una de las mayores economías del mundo y desató una de las peores crisis de la historia moderna del país.
Tanto analistas políticos como sondeos indican que la mandataria será suspendida el próximo miércoles y deberá recluirse a la espera de que termine el juicio, que tiene un plazo máximo de 180 días.
En ese escenario, será sucedida por el vicepresidente Temer, a quien acusa de haberla traicionado y de ser uno de los dos «jefes de la conspiración» que busca derrocarla. El otro es Cunha.
Ambos pertenecen al centrista PMDB, principal partido de Brasil. La temprana decisión de Cunha de enfrentar al gobierno terminó siendo seguida por Temer, que preside la fuerza, y literalmente destruyó la coalición que daba sustento a Rousseff.
La defensa del gobierno es que Cunha aceptó el impeachment por una «venganza» personal luego de que el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), del que forman parte Rousseff y el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, apoyara una investigación en su contra en la Comisión de Ética de la cámara.
Considerado el político más impopular de Brasil y comparado con Frank Underwood, el maquiavélico personaje de la serie «House of Cards», Cunha, no obstante, cuenta con un fuerte respaldo dentro del recinto.
Bajo su liderazgo, la cámara de Diputados le asestó una feroz derrota a Rousseff el 17 de abril pasado, al aprobar la instalación de un juicio para destituirla por un aplastante resultado de 367 votos a favor y 137 en contra.