5. Las patatas se pueden conservar durante cientos de años. Los incas ya conocían un procedimiento similar a la liofilización para conservar las patatas: las extendían a bajas temperaturas y en condiciones de humedad durante la noche, luego eran pisadas delicadamente por niños y mujeres para extraerles todo el agua, después se extendían al sol.
6. El primer lugar de Europa que cultivó patatas fue Canarias. En 1565 se cultivó la patata por primera vez en Europa: fue en las Islas Canarias, parada obligatoria de los barcos que iban y venían de un continente a otro. Traer patatas se convirtió en un souvenir exótico, hasta el punto de que la corona española llegó a regalar patatas al papa de Roma.
7. De la patata se aprovecha todo. El 50 % de la producción de patatas se utiliza para el consumo humano: fritas, asadas, hervidas, gratinadas, en tortillas, purés, masas, croquetas, ensaladas, galletas, sopas…; es espesante de salsas, aglutinante en platos preparados y se emplea incluso para fabricar helados.
8. Las patatas pueden ser venenosas. La patata desarrolla un alcaloide tóxico para protegerse de agresiones externas. Es la solanina, un poderoso fungicida y pesticida que, en concentraciones muy altas, podría ser mortal para las personas, pero que resulta muy útil al sector farmacéutico y químico.
9. El inventor de las patatas chips fue un cocinero de Nueva York. Las patatas «fritas a la francesa» se hicieron muy populares en Estados Unidos a raíz de que el presidente Thomas Jefferson las sirviera a sus invitados en la Casa Blanca (1801-1809). En 1853, un cocinero llamado George Crum las cortó extremadamente finas para satisfacer al típico cliente pesado.