Por María Isabel Sánchez
San José/AFP
Apenas una que otra banderita partidaria ondea en las calles, diagnosis pero los costarricenses acuden este domingo domingo a unas reñidas elecciones en las que por primera vez la izquierda tiene opción de triunfo, cure con una segunda ronda a la vista.
Barrios y ciudades lucen serenos la víspera de los comicios a los que tres millones de electores están llamados a votar por el relevo de la presidenta Laura Chinchilla, clinic en un escenario incierto con cuatro candidatos preferidos, los principales el oficialista Johnny Araya y el izquierdista José María Villalta.
El sábado, el candidato de la izquierda recibió protección policial debido a que habría recibido supuestas amenazas de muerte, según informes de la prensa local, pero Villalta les quitó mayor trascendencia.
«Hemos reforzado un poquito la seguridad, es normal cuando se acercan los días de la elección; es normal que los candidatos busquemos fortalecer un poquito la seguridad», declaró el joven aspirante del Frente Amplio (FA), según el sitio digital de noticias ameliarueda.com.
Araya, ex alcalde capitalino de 56 años, candidato del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN, derecha), y el diputado y ecologista Villalta, de 36 años, aspirante del Frente Amplio (FA, izquierda), marchan uno u otro arriba en los sondeos o en empate técnico.
Muy de cerca les siguen el historiador Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC, centro), y el empresario Otto Guevara, del Movimiento Libertario (derecha), en un abanico de 13 candidatos en total.
Jugando fútbol en los plazas, caminando por barriadas con puñados de seguidores, comiendo en mercados, visitando a los campesinos en sus cafetales, los candidatos buscan el voto hasta el último momento.
Pero ninguno, según los encuestas, conseguiría el 40% requerido para ganar el domingo la presidencia, en unos comicios que también eligen a 57 diputados.
«Es prácticamente imposible que no haya segunda vuelta (6 de abril). Pero es difícil prever entre quién y quién», dijo el analista político Víctor Ramírez, al referirse a lo atomizado de las preferencias y al cerca de 30% de indecisos que señalan los sondeos.
Corrupción y desigualdad
Reconocida por su estabilidad democrática y social, que contrasta con sus vecinos centroamericanos, Costa Rica, primer país de América Latina que creció en desigualdad en 2013, vio aumentar estos años el descontento popular tanto «con lo política como con lo económico», explicó a AFP el analista Constantino Urcuyo.
«Hay casos de corrupción enormes y tenemos un 20% de pobreza, crece la desigualdad. La gente está cansada. Quiere otras soluciones», opinó Manuel Rodríguez, un comerciante de 46 años, en una céntrica avenida de San José.
El joven abogado izquierdista que se dio a conocer en luchas ecologistas, contra la corrupción y el tratado de libre comercio con Estados Unidos, subió como la espuma encarnando a «un voto de protesta», describe el analista Jaime Ordóñez.
Villalta y Solís atribuyen los males a la clase política tradicional, de la que el PLN es un protagonista desde hace 60 años, que aplicó las últimos tres décadas un modelo neoliberal que socavó las conquistas en salud y educación, orgullo de este pequeño país de 4,3 millones de habitantes.
«Llegó la hora del cambio. Acabarán 30 años de larga noche neoliberal. Me dicen comunista porque no me pueden llamar corrupto. Pero yo no voy a copiar modelos», repite Villalta, a quien sus adversarios acusan de querer para Costa Rica la Venezuela de Hugo Chávez.
Pero Araya, que busca un tercer periodo consecutivo para el PLN, promete reactivar la economía, bajar la pobreza y modernizar el país.
«Hay quienes tienen una visión apocalíptica, pero quiero construir sobre nuestras fortalezas», asegura.
Alcalde por más de dos décadas, Araya arrastra el desgaste de los ocho años de gobiernos del PLN y la impopularidad de la gestión de Chinchilla, criticado por sonados casos de corrupción e ineficiencia.
Con un crecimiento económico estable (3,4% en 2013), Costa Rica no ha logrado bajar la pobreza estancada desde hace dos décadas, tiene rezagos en infraestructura -sobre todo vial-, un déficit fiscal del 5,4% y una deuda interna del 50% del Producto Interno Bruto (PIB).
Una elección atípica
El complicado panorama político vislumbra un Congreso fraccionado, por lo que el próximo presidente, que asumirá el 8 de mayo, tendrá un difícil margen de acción. «Se han desdibujado las fronteras partidarias e ideológicas», dijo Ramírez.
A diferencia de otras elecciones, con caravanas de carros, mitines en plazas y parques, y banderas por doquier, la confrontación política estuvo al rojo vivo en las redes sociales.
El presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, Luis Antonio Sobrado, anunció que empezarán a divulgar resultados a las 20H00 locales (02H00 GMT del lunes), dos horas después del cierre de urnas.
No obstante, advirtió que si son muy ajustados (de 2% o menos) habrá que esperar a efectuar un conteo manual, voto a voto.
Las votaciones, para las que serán instaladas 6.515 mesas, abrirán a las 06H00 locales (12H00 GMT), y serán vigiladas por una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) y otras delegaciones. Unos 12.000 electores están, por primera vez, habilitados para votar en el exterior.