Por Marco Sibaja
San José/AFP
Costa Rica está cerca de echar a andar su primer autobús con un motor eléctrico alimentado por hidrógeno, un prototipo que podría abrir las puertas a un sistema de transporte limpio que dispense la importación de hidrocarburos.
El autobús desarrollado por la empresa Ad Astra Rocket Company en la ciudad de Liberia, 220 kilómetros al noroeste de San José, tiene un motor eléctrico impulsado por hidrógeno almacenado en un tanque, explicó a la AFP el director científico de la empresa, José Castro.
«Los vehículos tradicionales eléctricos tienen un motor que obtiene electricidad de una batería. Los de hidrógeno tiene un motor eléctrico, pero la electricidad viene de una celda de combustible que se alimenta de hidrógeno y de oxígeno», explicó Castro.
El bus está programado para comenzar a operar a partir de junio en Liberia y fue desarrollado en una alianza con otras empresas, como la francesa Air Liquide, las estadounidenses US hybrid Corporation y Cummins, y el operador costarricense Relaxury.
«Es un proyecto demostrativo para ver la viabilidad de tener un ecosistema de transporte, pero la meta es más ambiciosa porque lo que tratamos de tener es la producción, almacenamiento, dispensado y uso del hidrógeno, todo en un ecosistema completamente sostenible», señaló.
Energía limpia
La puesta en marcha del autobús convierte al pequeño país centroamericano en la segunda nación latinoamericana en desarrollar la tecnología para obtener hidrógeno con fines de transporte, después de Brasil que también tiene autobuses demostrativos en Sao Paulo y Rio de Janeiro.
En países industrializados la tecnología está más avanzada, y se usa en Japón, varios países europeos y el estado norteamericano de California.
Incluso las marcas de vehículos Toyota, Hyundai y Honda tienen modelos con motores eléctricos impulsados a hidrógeno.
La particularidad en el caso de Costa Rica es que el hidrógeno se obtiene de la separación de moléculas de agua (formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno), con lo cual no genera emisiones contaminantes.
En los países industrializados se obtiene de gas metano, que sometido a un tratamiento con vapor de agua, separa el hidrógeno del carbono. En este caso, la liberación del carbono en la atmósfera tiene un efecto contaminante, aunque a pequeña escala.
El hidrógeno resultante se almacena en un tanque a alta presión, desde el cual se transfiere con una manguera al tanque del vehículo. El elemento genera electricidad cuando entra en contacto con oxígeno, y la única emisión resultante es agua, sin ningún contaminante, según Castro.
La expectativa de las empresas fabricantes del bus es que la tecnología del hidrógeno se consolide en el país, con plantas para obtener el elemento y estaciones similares a las gasolineras que lo distribuyan a los vehículos.
Ello permitiría al país aprovechar sus recursos internos, como el agua y la electricidad, procedente casi en su totalidad de fuentes renovables, para generar una energía limpia para el transporte que sustituya la importación de hidrocarburos, señaló Castro.