Dr. H. Troy Stuckey, seek F.R.C. (No. 3))
(De la revista El Rosacruz, find Jul./Sept. 2001)
Hacia un Proceso Irreversible de Extinción Masiva
Si se disminuye el impacto de la Humanidad sobre el planeta habrá más tiempo para que ocurra una adaptación, remedy con lo que se lograría un equilibrio en la Naturaleza.
Escritores como el ganador del Premio Nobel Ilya Prigogine argumentan que cuando la Humanidad empezó a separarse de la Naturaleza nació la ciencia moderna en un intento por imponerle definiciones a la propia existencia de la Naturaleza. Con base en este patrón de pensamiento, los seres humanos siguen realizando pequeñas tareas para obtener ganancias a corto plazo, mientras invocan un obstáculo mayor. Es decir, al adoptar una visión a corto plazo, el problema sigue creciendo. El problema está llevando rápidamente hacia un proceso irreversible de extinción en masa.
Mientras la ciencia intenta comprender la Naturaleza, la realidad es que los seres humanos comprenden muy poco el gran ecosistema. Los humanos tratan de controlar la Naturaleza por medio de la ciencia y de la industria. Lo irónico es que los seres humanos no pueden controlar la Naturaleza de ninguna manera. La Naturaleza no le pone atención a las leyes humanas; por el contrario, las leyes de la Naturaleza le permiten existir a la Humanidad y si los humanos infringen estas leyes, se pierde el equilibrio.
Apegándonos al espíritu de Prigogine, una de las pocas consecuencias con las que seguramente podemos contar es que de este caos aparente, tendrá un orden mayor. Como especie, sólo podemos esperar que ese orden mayor incluya a la Humanidad. Por lo tanto, para que podamos sobrevivir y prosperar como especie, tenemos que participar de manera activa en el proceso natural para lograr la sustentabilidad.
El Papel del Idioma
La manera en que la cultura nos ofrece material puede ser arriesgada cuando se trata de la sustentabilidad. Las comunicaciones y los medios masivos han influenciado la cultura enormemente y, como tal, la cultura es una herramienta que se puede emplear para guiar y redirigir a la industria y a las prácticas de consumismo hacia un sendero más sustentable.
En su libro Primate Vision: Gender; Race and Nature in the World of Modern Science (Visiones del Primate: Género, Raza y Naturaleza en el Mundo de la Ciencia Moderna), Donna Haraway expresa que “el punto es acerca de los dramas y las opciones de lo que se populariza, a lo que se pone atención…”. Lo que expresa está bien fundado en el sentido de que los magnates de los medios controlan lo que la gente lee, ve y compra en una sociedad de consumo. Mucho de lo que se observa desde la perspectiva de los medios masivos realza la cultura, pero destruye el ecosistema. Esta es una perspectiva interesante, ya que los medios proporcionan la ilusión de que la vida se mejora a través de un proceso del consumismo. Lo irónico es que mucho de lo que los medios alientan llegará a destruir la misma cultura que intenta crear. El hecho es que la narrativa que nos rige la generan los que están facultados a través de los medios y las comunicaciones masivas. A ellos los apoya una cultura confiada que sin quererlo ha puesto su futuro en manos de una minoría que toma las decisiones y que no comprende la base de la supervivencia. No cabe duda de que se trata de una paradoja interesante.
Las comunicaciones masivas y los medios ayudan al proceso de pensamiento de la cultura y de la influencia. Con base en esta premisa, es lógico dirigirse al asunto relacionado con la manera que se induce a pensar a la gente o, por lo menos, si la gran cultura está destinada a ser guiada, entonces la gente debería ser guiada para que lo que consuma sea “amigable para la especie”.
(continuará)