@JoakinSalazar
Bajo el intenso sol de la mañana, la soledad y libertad de más de 35 mil metros cuadrados de terreno sin construir, está por acabar, al iniciar la obra de construcción del Centro Temporal de Reclusión.
La obra, es la primera de tres construcciones que realizará el Gobierno de Salvador Sánchez Cerén, para albergar a nueve mil privados de libertad en fase de confianza, ubicados en San Luis Mariona, Zacatecoluca y Quezaltepeque.
Para iniciar este proyecto, el Vicepresidente de la República, Oscar Ortiz, encabezó a los funcionarios del Estado que nuevamente unieron esfuerzos para dar inicio a la obra en San Luis Mariona, a un costado del Centro Penal La Esperanza, lugar donde arranca, el primer proyecto para privados de libertad de baja peligrosidad.
Vamos a poner la primera piedra, de lo que será el primer Centro de Reclusión Temporal, en un momento que estamos teniendo éxito en esta cruzada contra el crimen, dijo el Vicepresidente Ortiz.
El vicemandatario agradeció la labor unánime de la Asamblea Legislativa y el Ejecutivo para poder lograr triunfar contra la criminalidad, dado que es a través de esto que se han realizado 14 reformas, que permitirán una mayor operatividad contra la criminalidad.
“Esta cruzada no será fácil nos va a llevar cierto tiempo, nos han planteado muchos retos completos, pero si seguimos trabajando juntos como Estado y unidos como país, esta cruzada la vamos a ganar a favor de El Salvador”, puntualizó Ortiz.
La construcción de este nuevo recinto permitirá reducir el hacinamiento carcelario, mejorar las condiciones de convivencia de los privados de libertad, y velar por sus derechos humanos; este Centro Temporal de Reclusión albergará a tres mil internos, con una inversión de $4.2 millones de dólares.
El Ministro de Justicia y Seguridad Pública, aseguró que con este proyecto inicia uno de las obras más importantes para cumplir el objetivo del Estado, que es cambiar el paradigma del sistema penitenciario.
El titular de seguridad recordó que históricamente, los Gobiernos por más de 25 años han trabajado por perseguir el delito, identificar y aprehender a los responsables de cometer los hechos ilícitos y meterlos en las cárceles, situación que los ha hecho sentir satisfechos como Estado, como si de esto se tratara la labor o como si ahí terminara el trabajo del Sistema.
“No hemos cumplido la misión de devolverle a la sociedad una persona mejor de cómo la recibimos, hemos hecho todo lo contrario, recibimos los ciudadanos responsables de cometer el delito, pero no trabajamos por rehabilitarlo y reinstalarlo en el sistema, producto de ello es una persona que tiene altísimas responsabilidades de reincidir, por eso es que nuestro sistema penitenciario ha fracasado, tenemos que cambiarlo”, explicó.
“Nuestra misión más importante es rehabilitar y garantizar que una vez cumplida su pena de prisión, estas personas se van a reinsertar con éxito en sus familias, en la sociedad y van a tener oportunidad de trabajo y progreso, tener una nueva vida”. ,
El Salvador tiene un hacinamiento carcelario que sobrepasa el 300% de su capacidad, con una tasa de prisionalización de 524 privados de libertad por cada 100 mil habitantes, siendo una de las más altas del mundo. “Esto no puede seguir así, necesitamos cambiar esta situación, en un sistema que pueda realmente rehabilitar y reinsertar con éxito a las personas, lo que viene por delante es un cambio para poder cumplir esta misión”, recalcó Ramírez Landaverde.
El Ministro aseguró que en el país hay una gran oportunidad en la que el sistema penitenciario la está aprovechando, para que las personas que deseen tener un nuevo proyecto de vida, puedan rehabilitarse, adquirir conocimiento, habilidades, formar actitudes nuevas. No obstante, el titular reconoce que las condiciones en que está el sistema penal es imposible.
“La situación en el sistema penitenciario está cambiando, poco a poco crece el interés, la preocupación de los privados de libertad para tener un proyecto de vida, está creciendo la cantidad de privados de libertad que están saliendo de los grupos criminales”, comentó.
Para el Gobierno, el 2017 es clave, dado que le apuesta a la reducción del hacinamiento carcelario, con la creación de 12 mil nuevos espacios en el sistema, algunos de los cuales serán utilizados próximamente como el Complejo Penitenciario de Izalco y la segunda fase del Centro Penitenciario de La Esperanza, y las Granjas Penitenciarias.
En el caso del Primer Centro Temporal de Reclusión, este es en respuesta al convenio suscrito entre varias carteras de Gobierno, que contará con un área de 19 mil metros cuadrados de construcción.
El Centro de Reclusión Temporal permitirá a reos de baja peligrosidad laborar a través del modelo penitenciario “Yo Cambio”, y reducir dos días de pena por uno trabajado.
Además, tendrá un área de tres manzanas y contará con espacios para las visitas, dormitorio de custodios, y todo lo necesario para que privados de libertad tengan un verdadero proceso de reinserción social y laboral.
Para este proyecto, los recursos provienen del presupuesto extraordinario asignado, fondos que ha permitido contar con los recursos para implementar la obra.
El Diputado Presidente de la Comisión de Seguridad, Antonio Armendáriz, externó que por primera vez el combate a la criminalidad la están realizando como Estado, y no como una labor propia del Gobierno en turno.
“Los instrumentos que hemos dado de parte de la Asamblea Legislativa se están empleando y están a la vista, de las contribuciones a la telefonía, y grandes contribuyentes y los $152 millones, habían voces que no estaban de acuerdo, pero para eso hemos visitado dos municipios, Colón y Sonsonate, porque nos podían mostrar que si estaban llegando los recursos, pero los resultados, vimos que la violencia bajó en un 50%, en Sonsonate no hay ningún homicidio desde diciembre”, explicó.
Por lo que esta iniciativa seguirá abonando la labor de cómo Estado de combatir la criminalidad, aseguró el diputado.
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