Gloria Silvia Orellana
@DiarioColatino
Ana Salinas expresó su rechazo al pago de 1 dólar por cuatro tomates de cocina en el mercado de Santa Tecla, La Libertad. “Soy madre soltera, no tengo otra ayuda, qué terminaremos haciendo para subsistir, pues no sé, pero vamos a sacrificarnos en la comida no hay de otra”, sostiene pese a que tiene un empleo remunerado formal que está arriba en 100 dólares del salario mínimo ($365.00).
En la encuesta “Coyuntural 2023”, de la FUNDAUNGO , señala que a principios de marzo del presente año 4 de cada 10 salvadoreños considera que su situación económica de su familia empeoró. Y que la inflación, el desempleo, la pobreza, el bajo crecimiento económico y la desigualdad, son los problemas más graves.
El anuncio del Banco Central de Reserva (BCR) sobre el crecimiento y fortalecimiento de la economía de El Salvador, parece no tener eco en la economía de bolsillo, de la población salvadoreña. Contrasta con la información de la ONEC, que registró un aumento en la “tasa de pobreza monetaria”, generado que 55 mil hogares, no cuenten con los suficientes ingresos para cubrir el costo de dos Canastas Básicas Alimentarias”.
José Luis Magaña, consultor de Panorama Económico, manifestó que las estadísticas del Banco Central de Reserva para el Segundo Trimestre, de 2023, muestran un crecimiento del 3.1% en la producción total, luego del primer trimestre que sólo presentó un crecimiento apenas del 0.8%, destacó el economista.
Además, se registra una reducción de las exportaciones en un 2.3%, al igual que las importaciones que han tenido una reducción del 7%, “es decir, estamos teniendo menos comercio internacional”, indicó el economista.
“Dentro de los rubros de actividad económica -vemos- que el tema de crecimiento lo ha obtenido la construcción y el rubro que más ha caído es la industrias manufacturera, al igual que la agricultura, la ganadería, la silvicultura (manejo de bosques) y pesca, que también tienen un indicador negativo para el segundo trimestre”, explicó.
Para la industria manufacturera sería un segundo trimestre consecutivo en donde el crecimiento es negativo, ahora, “¿Qué nos dice esto?, que estamos viendo un cambio en la matriz económica del país, que antes se fundamentaba en la industria manofacturera”, acotó.
Magaña agregó que este “proceso de reversión” de la industria manufacturera que no está siendo compensado, se deba probablemente a la salida que se ha registrado de la industria maquilera que estaba asentada en el país.
“Aquí no ha habido ingreso de otro tipo de empresas con otro tipo de manufactura como la de tecnología. Aquí, sólo existe la manufactura de maquila de ropa, y no hay un proceso que compense esa caída”, señaló.
“Se está compensando la economía en la construcción, en donde vemos el mayor incremento, que dan cuenta en la serie de megaproyectos que se están planteando en términos de infraestructura y particularmente urbanísticas en zonas naturales de alto impacto para la población”, agregó.
Para Magaña, el “indicador de crecimiento” no necesariamente da señales del comportamiento general de los beneficios para la población. Así como tampoco muestra el daño ambiental relacionado a estos proyectos urbanísticos en zonas de recarga acuífera, bosques o cuerpos de agua.
“Parece que la producción total está creciendo, pero los rubros específicos que concentran gran parte del empleo de la población y que son claves, como la agricultura para producir alimentos o la manufacturera que por el momento tiene el mayor índice de empleo, pues parece que están retrocediendo”, explicó.
“Entonces, este crecimiento no está llegando a los hogares y es lo que se refleja en las estadísticas de pobreza que se ha visto cómo han ido aumentando. La falta de fuentes de trabajo es la principal causa de la pobreza en El Salvador, seguido de falta de estudios, y que son aspectos que provocan la migración de la población”, puntualizó.