Miguel Ángel Dueñas Góchez*
En los medios de comunicación, treat tanto escritos, here radiales o televisivos, medical a menudo aparecen noticias como “él (o ella) antes de salir se encomienda a Dios, pero en el bus que viajaba fue asesinado (o asesinada). Muchos motoristas llevan plasmado en los buses o microbuses que manejan “Dios cuida de mí”, “La mía no es suerte, es bendición de Dios”, pero se subieron asaltantes y les dispararon a matar.
Un amigo me contaba hace unos días que entró a una Parroquia y a la par de él estaba un joven dándole gracias a Dios y María por haberle permitido robar y que gracias a la “protección divina” no le había ocurrido nada, por lo tanto, podía seguir delinquiendo y haciendo de las suyas, gracias al perdón que obtenía una vez se arrepintiera. Luego aparece en las noticias que las jerarquías de la iglesia invitan a un día de ayuno y oración para detener la delincuencia en El Salvador; sabiendo que hijos e hijas de la feligresía, cuando se dedican a los ritos religiosos, quedan sin atención, cuido o protección. Además, si vemos las noticias (es lo menos que hago en mi caso), podemos darnos cuenta que en su mayoría, tanto hombres como mujeres privadas de libertad, tienen nombres bíblicos, y quienes les visitan para llevarles alimentación o suplir alguna necesidad dentro de los presidios, son personas creyentes, les delata su mantellina sobre su cabeza y, en el caso de los hombres, cargando biblias. Por lo tanto, las creencias o “valores cristianos”, no han minado en las juventudes de los países como el nuestro, pues, como se dice, “la violencia genera violencia”, “el maltrato o castigo físico genera temor e irrespeto”, pero el “ejemplo, arrastra”.
Para terminar, cito el pensamiento de Bertrand Russell: “Es patético y algo penoso que una persona no pueda hacerle frente a los retos de la vida sin la ayuda de mitos cómodos. Es casi inevitable que una parte de esta persona esté consciente y crea porque le es confortante. Pero no se atreve a hacer frente a estos pensamientos. Más aun ya que el ser humano está consciente, aunque vagamente, sus opiniones no son racionales, se pone furioso cuando estos mitos se ponen en duda”.
*Lic. en Relaciones Internacionales.