Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Magdalena Cortez, secretaria de la Concertación Regional para la Gestión de Riesgos (CRGR) y directora de la Fundación Maquilishuat (FUMA), señaló la importancia del enfoque de género en la gestión del riesgo, para construir la incidencia del liderazgo local y preparar, a mayor nivel del conocimiento, la prevención y resiliencia ante fenómenos meteorológicos o desastres.
¿Cómo nace esta idea de un organismo centroamericano en la gestión de riesgo?
-Quizás la Concertación Regional de Gestión de Riesgos, que acaba de celebrar un aniversario más, nació luego del huracán Mitch. Al principio, con las organizaciones de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica en 1999, que estaban interesadas en abordar la problemática y dialogar los problemas y cómo articularnos como sociedad civil organizada, luego de la catástrofe de inundaciones y pérdidas humanas.
Y con estas iniciativas se va a Estocolmo, Suecia, y se genera posteriormente un entendimiento que se denominó “Declaración de Estocolmo”, que contenía todas las discusiones de las mesas de Centroamérica, con énfasis en la contraloría social, porque se evidenció un proceso que generaba deterioro en el ambiente, la transparencia y el enfoque de género que fueron los elementos principales de la declaración y algunos planes de cada país, pero que no fueron cumplidos a cabalidad.
Se hace un nuevo intento de reunión similar, para el 2001, pero en El Salvador se registran los terremotos, y así con la fragilidad de un país de la región centroamericana no se logra unificar una propuesta y hubo dispersión, pero en cada país las mesas nacionales ya están articulándose, como un espacio de sociedad civil en intercambio de información, planteamientos de proyectos y ahí comienza a surgir ya la semillita de lo que sería la concertación regional.
¿Cuáles logros se han obtenido a través del trabajo regional?
-Las iniciativas de proyectos de la Concertación Regional (CRGR) han tenido la posibilidad de tener equipos técnicos, experiencias de proyectos compartidos o proyectos para un país determinado y un componente regional, en esas modalidades han funcionado algunas mesas en este espacio. Las mesas regionales tienen un representante titular y un suplente.
Está la Mesa Nacional para la Gestión de Riesgo (Honduras), Convergencia Ciudadana para la Gestión del Riesgo (Guatemala), la Mesa Nacional para la Gestión de Riesgo (Nicaragua) y la Mesa para la Gestión de Riesgo (El Salvador).
¿Con cuáles valores realiza el trabajo la CRGR?
-La CRGR dentro de los principios y valores nos regimos por la solidaridad, transparencia y enfoque de género. No obstante, en la actualidad se ha tomado la decisión política que el tema de género sea el eje central de la contraloría social, así como la incidencia política. Porque se pretende incidir en los marcos jurídicos regionales o influenciar a los funcionarios y específicamente para el cumplimiento de los objetivos de la CRGR. Mi reconocimiento también, a todas estas personas que han logrado la gestión del conocimiento y el fortalecimiento de las capacidades, que son apuestas permanentes de la CRGR y también fortalecer los liderazgos locales.
¿Qué otros retos tienen como CRGR?
-Ahora el gran reto es socializar lo que se ha construido en conjunto, pero el gran desafío es socializarla, implementarla, monitorearla y vigilar que estos retos en papel se cumplan. Estamos preparando como CRGR un gran evento para conmemorar los veinte años del huracán Mitch y una campaña, a nivel centroamericano, con las habilidades que le caracterizan sobre resiliencias con las capacidades, con los aprendizajes, y toda esa riqueza con que se cuenta y tiene que socializarse. Otro elemento que vamos a impulsar es la Política de Acción Humanitaria con enfoque de género, porque a la fecha la CRGR hace toda una intervención humanitaria en situaciones de crisis, pero se necesita de una política para hacer el trabajo. Y hasta el momento nos hemos basado en políticas centroamericanas, elementos o normativas internacionales.
Es por esto que la CRGR ha decidido hacer su propia Política de Acción Humanitaria, así como impulsarla y socializarla a través de las mesas. Y es un gran reto llevarlos a la práctica y no es que exista una resistencia de parte de las mesas sino que se debe generar una cultura de acción humanitaria, con enfoque de género, y cómo hacer las intervenciones dando seguridad a nuestra gente que se enfrenta a situaciones complicadas por la violencia que existe en la región.
¿Cuántas organizaciones integran a la CRGR?
-Son 126 organizaciones y hay países como Honduras que tiene ocho mesas nacionales para cubrir su extenso territorio, y para funcionar deben tener estructuras más locales porque no pueden tener una gran mesa debido a lo complejo de las asambleas y el trabajo de coordinación que requeriría.
Además, contamos con buenas relaciones con funcionarios de CEPREDENAC y las organizaciones de cooperación con proyectos y presentación de estudios desde la academia, como la Universidad de Cuba, San Carlos de Guatemala y otros intercambios.
Debe estar conectado para enviar un comentario.